Las funciones ejecutivas son habilidades mentales complejas que todos nosotros utilizamos continuamente para poder organizar nuestras vidas y llevar a cabo nuestras metas.
Cada vez que una persona hace planes, se propone objetivos u organiza su tiempo está utilizando las funciones ejecutivas sin saberlo.
Distintos autores, como Lezak, consideran que las funciones ejecutivas nos permiten desenvolvernos en la sociedad y tener un comportamiento capaz de adaptarnos a las distintas situaciones y desafíos de la vida con eficacia y creatividad
Pero, ¿qué pasa cuando las funciones ejecutivas se ven alteradas? En este artículo te responderemos a esta pregunta y muchas más.
¿Qué son las funciones ejecutivas?
Las funciones ejecutivas forman parte del estudio de la Neuropsicología y son las habilidades cognitivas que necesitamos para planificar, organizar, revisar, evaluar y administrar los comportamientos y actitudes necesarios para poder adaptarnos al entorno de forma eficaz y conseguir las metas que nos proponemos.
Las funciones ejecutivas nos permiten, entre otras cosas, planificar el tiempo, recordar instrucciones, centrar la atención y manejar múltiples tareas con éxito.
Las principales funciones ejecutivas son:
- Inhibición: es la capacidad para controlar impulsos o respuestas automáticas con el fin de evitar actuar precipitadamente y poder responder con razonamiento.
- Planificación y establecimiento de objetivos: es la habilidad para pensar, establecer, organizar y diseñar los pasos necesarios para alcanzar una meta.
- Memoria de trabajo: es la habilidad para almacenar y manipular información en la mente por un tiempo breve que permita llevar a cabo tareas cognitivas complejas.
- Flexibilidad cognitiva: es la habilidad que permite la adaptación a los cambios en el entorno o ante una situación inesperada.
- Toma de decisiones: es la destreza para elegir de manera eficiente entre diferentes opciones.
- Anticipación y supervisión: es la capacidad de, en primer lugar, prevenir posibles resultados y consecuencias, y, en segundo lugar, monitorear los resultados de la conducta y acciones que realizamos para ver si van enfocados hacia las metas y objetivos planteados.
- Resolución de problemas: es la capacidad de llegar a una conclusión lógica para solucionar un problema o situación que representa una incógnita.
- Ejecución dual y multitarea: es la destreza para realizar varias tareas o actividades de manera intercalada y prestando atención.
- Organización de tiempo y espacio: es la capacidad de poder distribuir el tiempo para cumplir con las metas planteadas en un lapso determinado.
- Consolidación y persistencia: es la capacidad para concretar distintas operaciones mentales y/o actividades.
- Autorregulación de emociones y selección precisa de los comportamientos y las conductas.
¿En qué parte del cerebro se hallan las funciones ejecutivas?
Las funciones ejecutivas se sitúan en el lóbulo frontal del cerebro. Si la persona tiene alguna lesión en esta zona, debido a que sufre una enfermedad o lesión por traumatismo, puede presentar problemas para planear, organizar, atender y autocontrolarse.
De hecho, el estudio de la relación de las funciones ejecutivas con el lóbulo frontal surgió a raíz de observar que personas que habían sufrido lesiones en esta área cambiaban su conducta habitual y presentaban dificultades que antes dominaban bien.
¿Qué le pasa a una persona con las funciones ejecutivas dañadas?
Algunos de los signos más comunes entre las personas que tienen mermadas sus funciones ejecutivas son la impulsividad, la falta de organización, las dificultades para tomar decisiones y la desregulación emocional.
Lógicamente, estos síntomas interfieren negativamente en el buen desempeño en varias áreas de su vida, afectando a su potencial desarrollo y/o calidad de vida.
Como veremos a continuación, existen múltiples trastornos del neurodesarrollo, neurológicos y psiquiátricos en los que se evidencia una o varias alteraciones de la función ejecutiva.
Trastornos del neurodesarrollo que alteran las funciones ejecutivas
- Dispraxia: afecta la coordinación y planificación motora, por lo que algunas personas pueden tener problemas para llevar a cabo tareas como escribir, seguir instrucciones o hacer ciertas actividades.
- Trastorno específico del aprendizaje del lenguaje (TEL): debido a que este trastorno afecta a la comprensión y uso de lenguaje, la persona con TEL puede ver afectada su capacidad de expresar y comunicar ideas, así como de seguir instrucciones.
- Trastornos del espectro autista (TEA): algunas personas con autismo pueden tener problemas para comunicarse e interactuar con los otros. Además, pueden tener comportamientos repetitivos y dificultad para planificar u organizar ciertas tareas.
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH): las personas con este trastorno pueden tener problemas para seguir instrucciones, concentrarse en tareas, controlar sus emociones y organizarse bien.
Trastornos neurológicos que alteran las funciones ejecutivas
- Accidente cerebrovascular: puede afectar ciertas áreas de la corteza prefrontal que controla las funciones ejecutivas, teniendo distintas dificultades.
- Traumatismo craneoencefálico: un golpe en el cráneo puede afectar ciertas áreas del cerebro y ocasionar alteraciones en las funciones ejecutivas.
- Tumores cerebrales: los tumores en el lóbulo frontal del cerebro, dependiendo de su ubicación y tamaño, pueden afectar a las funciones ejecutivas.
- Enfermedad de Parkinson: en pacientes con esta dolencia se observa un rendimiento bajo en tareas relacionadas con la fluidez léxica, alteraciones en la flexibilidad cognitiva y bajo control inhibitorio.
- Esclerosis lateral amiotrófica (ELA): la ELA provoca alteraciones en las funciones ejecutivas que afectan a la atención, la memoria de trabajo, la fluidez verbal y el razonamiento entre otras.
- Demencia: el alzhéimer y otras enfermedades neurodegenerativas pueden alterar las funciones ejecutivas, por lo que los pacientes tendrán dificultades para planificar metas, tomar decisiones o autocontrolarse.
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Trastornos psiquiátricos y otras condiciones que alteran las funciones ejecutivas
- Esquizofrenia: es un trastorno psiquiátrico que afecta a la organización del pensamiento y que, al producir delirios, los pacientes con esta condición pueden tener distintas alteraciones de las funciones ejecutivas.
- Abuso de sustancias: las drogas y el alcohol puede afectar significativamente al cerebro y alterar las funciones ejecutivas.
- La depresión y ansiedad: los trastornos del estado de ánimo, en especial cuando son severos, alteran funciones ejecutivas como la capacidad de planificación y la toma de decisiones.
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Neurorrehabilitación de las funciones ejecutivas
Antes de elegir correctamente un plan de tratamiento de neurorrehabilitación se requiere un diagnóstico preciso. En la actualidad, la evaluación de la función ejecutiva se realiza con el apoyo de pruebas neuropsicológicas y pruebas computarizadas.
Es indispensable una intervención neuropsicológica personalizada y temprana para ayudar a las personas a mejorar su pronóstico.
Esta intervención debe estar soportada por herramientas que permitan abordar los trastornos desde enfoques multidisciplinarios.
El tratamiento asistencial está enfocado a potenciar, restituir, minimizar o compensar en la medida de lo posible las deficiencias funcionales que presenta el paciente
Los 7 grandes objetivos de la neurorrehabilitación de las funciones ejecutivas
- Estimular la plasticidad cerebral.
- Recuperar en la medida de lo posible las habilidades perdidas.
- Mejorar las habilidades cognitivas a través de estrategias específicas y ejercicios adaptados a cada individuo.
- Potenciar las capacidades presentes.
- Compensar las dificultades que se tengan con las habilidades preservadas.
- Ayudar a los pacientes a mejorar su capacidad para iniciar, secuenciar, regular e inhibir el comportamiento.
- Brindar herramientas para que las personas puedan manejar las alteraciones en la autoconciencia de su condición.
El éxito de la neurorrehabilitación depende de lo rápido que se inicie el tratamiento, de la constancia, motivación e interés del paciente, así como del grado de la alteración de la función ejecutiva
Conclusión
En conclusión, las funciones ejecutivas juegan un papel muy importante en la autonomía y desarrollo de las personas. Estas habilidades son indispensables para que nuestras acciones y pensamientos se adapten a los desafíos diarios y superarlos.
Es importante comprender que cualquier alteración de las funciones ejecutivas puede implicar serios problemas para desenvolvernos eficazmente en la vida, ya que continuamente debemos llevar a cabo acciones que dependen del buen funcionamiento de esta área cerebral. Planificar, elegir, hacer dos cosas a la vez, organizar, resolver problemas, etc. son habilidades necesarias que no podemos dar por sentadas, puesto que existen condiciones del neurodesarrollo y determinadas enfermedades que pueden alterarnos esta capacidad.
Afortunadamente, la neuropsicología, y más concretamente, en su faceta de neurorrehabilitación, poseen herramientas y estrategias enfocadas a preservar, estimular o mejorar las habilidades funcionales de las personas que padecen algún trastorno de las funciones ejecutivas.
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Bibliografía
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Vídeos
Funciones ejecutivas, depresión e ideación suicida: https://www.youtube.com/watch?v=gtSZ2UNHVPk
Afectación cognitiva en los pacientes con Esclerosis Múltiple (EM en línea-sep 15): https://www.youtube.com/watch?v=-PCVzdaFFRM
El TDAH y la función ejecutiva: https://www.youtube.com/watch?v=7-T7oFZkTa8