Terapia de aceptación y compromiso: una respuesta eficaz a la ansiedad generalizada

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La ansiedad generalizada es un trastorno complejo que se manifiesta a través de preocupaciones persistentes y difíciles de gestionar, afectando significativamente el bienestar y la funcionalidad del individuo.

Este artículo, presenta a los profesionales de la psicología una aproximación innovadora, basada en la terapia de aceptación y compromiso (ACT) que, en lugar de centrarse en la supresión de la ansiedad, promueve el desarrollo de la flexibilidad psicológica, permitiendo a los pacientes relacionarse de manera diferente con sus pensamientos y emociones.

 

TAG: ¿Qué es y cómo se identifica?

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El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) se caracteriza por una preocupación excesiva y persistente que es muy difícil de controlar y que se extiende a múltiples áreas de la vida de una persona (salud, familia, economía, desempeño laboral, entre otras). Se acompaña de síntomas físicos y cognitivos de activación ansiosa.

 

De acuerdo al DSM (DSM-5-TR), los criterios diagnósticos del TAG son:

  • Ansiedad y preocupación excesiva la mayoría de los días, y durante al menos 6 meses.
  • La persona siente que se encuentra en una situación difícil de controlar, le cuesta controlar la preocupación.
  • La ansiedad y preocupación se tienen que asociar con 3 o más de los 6 siguientes síntomas: inquietud o sensación de estar atrapado (tener los nervios de punta), fatigabilidad fácil, dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en blanco, sensación de irritabilidad, tensión muscular y alteraciones del sueño.
  • Todos estos síntomas tienen que causar un malestar clínicamente significativo que deteriore alguna o algunas áreas importantes del funcionamiento de una persona.
  • Esta alteración hay que discriminarla y verificar que no se debe a efectos fisiológicos de alguna sustancia, de otra afección médica y que no se explica mejor por cualquier otro trastorno mental.

 

ACT: un nuevo paradigma

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La obra “Acceptance and Commitment Therapy: An Experiential Approach to Behavior Change” (1999) es el primer manual que sistematiza la teoría, filosofía y práctica clínica del modelo.

 

La terapia de aceptación y compromiso (ACT) es una terapia contextual y forma parte de la tercera generación de psicoterapias, aportando innovaciones significativas en la comprensión, evaluación y tratamiento de los trastornos psicológicos.

 


Desde la perspectiva de la psicopatología, la ACT introduce una alternativa diagnóstica: el trastorno de evitación experiencial


 

El conductismo radical constituye la filosofía subyacente de muchas terapias contextuales y se caracteriza por considerar que todo comportamiento, tanto público como privado, es objeto legítimo de estudio científico. Desde esta perspectiva, los eventos privados (pensamientos, sensaciones, sentimientos, recuerdos e imágenes) se entienden como formas de conducta, denominadas conducta privada, que realiza un individuo, aunque no sean directamente observables por otras personas. Este enfoque permite integrar de manera coherente la experiencia interna en el análisis del comportamiento.

En cuanto a la evaluación, se incorpora el análisis funcional, una metodología que posibilita una comprensión más profunda de la conducta de la persona. El análisis funcional tiene como objetivo esclarecer la función que determinadas conductas, públicas o privadas, cumplen en la vida del individuo, identificando las relaciones entre antecedentes, respuestas y consecuencias que las mantienen o las modifican a lo largo del tiempo.

En el ámbito del tratamiento, la ACT marca una diferencia clave respecto a enfoques tradicionales. Mientras la terapia cognitivo-conductual ha buscado la modificación de creencias y la eliminación de síntomas como la ansiedad, la ACT abandona esta lucha contra el malestar para enfocarse en la reorientación de la persona hacia una vida con propósito. En lugar de eliminar síntomas, se trabaja en alinear acciones con los valores personales, permitiendo así una existencia más significativa.

La ACT transforma la perspectiva de la salud mental al aceptar el sufrimiento como parte inherente de la vida y enfocarse en valores personales, orientando la intervención hacia aquello que realmente importa para cada individuo, en lugar de intentar eliminar el malestar.

 


La terapia de aceptación y compromiso transforma la perspectiva de la salud mental al aceptar el sufrimiento como parte inherente de la vida


 

El trastorno de evitación experiencial

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Las terapias contextuales, como la ACT, ofrecen una visión innovadora y funcional de los trastornos, proponiendo el trastorno de evitación experiencial como una alternativa diagnóstica al DSM y CIE, cuya utilidad clínica en estos enfoques es limitada.

Este trastorno se presenta cuando una persona evita contactarse con experiencias internas aversivas: sensaciones, emociones, pensamientos o recuerdos, modificando deliberadamente su comportamiento para alterar su frecuencia o intensidad. Aunque esta evitación puede aliviar el malestar a corto plazo, a largo plazo limita la vida del individuo, alejándolo de sus valores y objetivos vitales.

 


La evitación funciona como una trampa: reduce el malestar inmediato y refuerza la creencia de que esa estrategia es efectiva


 

Sin embargo, al extenderse, este patrón restringe la posibilidad de sentirse bien y genera un círculo vicioso de evitación destructiva.

 

El caso de Marga 

“Me siento muy mal”, “Tengo mucha ansiedad”, “Voy a enloquecer”, “Ninguna terapia ha funcionado y esta tampoco va a funcionar”, refiere Marga en sesión, un caso real, cuyo nombre y algunos datos han sido modificados para proteger su privacidad.

Su motivo de consulta es un cuadro de ansiedad generalizada con hipervigilancia somática, obsesión con el estado de la salud, pensamientos catastróficos, vivencias disociativas y una alta reactividad emocional.

Marga llega a terapia tras haber estado casi un año en un tratamiento cognitivo conductual, centrado en el control de síntomas y refiere que ha empeorado mucho su ansiedad. Su especialista la deriva a una terapia contextual.

En sesión, encontramos que tiene una mayor fusión con el malestar, una mayor evitación experiencial y vivencias de fracaso terapéutico.

 


Nuestro objetivo terapéutico no va a ser centrarnos en eliminar la ansiedad, es decir, eliminar el malestar, sino en cambiar la función de su relación con el malestar


 

Modelo de intervención aplicado 

En el abordaje clínico del trastorno de ansiedad generalizada (TAG), hemos integrado dos enfoques complementarios: la terapia de aceptación y compromiso (ACT) y la Psicoterapia Analítico Funcional (FAP). Esta combinación permite ampliar el repertorio conductual del paciente, facilitando el contacto con sus valores personales, mientras se trabaja en la modificación de patrones de conducta dentro de la relación terapéutica.

 


Esta combinación permite ampliar el repertorio conductual del paciente


 

Protocolo de intervención de la rumia mental basado en ACT

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Uno de los principales factores que perpetúan el TAG es la rumia mental, definida como la repetición persistente de pensamientos negativos y preocupaciones. Este ciclo de pensamiento disfuncional refuerza la ansiedad y dificulta la recuperación, manteniendo al paciente atrapado en un estado de preocupación constante.

Para intervenir eficazmente en este proceso, hemos implementado el protocolo de intervención en la raíz de la rumia mental de Luciano y Ruiz (2022), el cual ofrece estrategias basadas en ACT para fomentar la aceptación y disminuir la lucha contra los pensamientos intrusivos.

 


El protocolo de intervención en la raíz de la rumia mental ofrece estrategias para fomentar la aceptación y disminuir la lucha contra los pensamientos intrusivos


 

Hemos trabajado principalmente estos procesos.

  • Defusión cognitiva: Identificamos pensamientos negativos repetitivos y creamos una jerarquía, destacando un pensamiento nuclear, una creencia profunda relacionada con la historia personal que influye en distintas áreas de la vida. En el caso de Marga, el pensamiento nuclear es: “Soy débil y una inútil”.
  • Yo como contexto: Facilitamos el distanciamiento entre el yo que observa y los pensamientos, usando preguntas como: ¿Quién está observando esto ahora?, para que el cliente vea que no es sus pensamientos, sino quien los elige.
  • Aceptación: Entrenamos en estar presentes con el malestar sin intentar controlarlo, aceptando que tenemos una historia y contenidos mentales que surgen en su momento, sin necesidad de eliminarlos.
  • Clarificación de valores: Exploramos qué vida valiosa hay detrás de los patrones rumiativos y de evitación, preguntando: ¿Qué harías diferente si esos pensamientos no ocuparan tanto espacio? o ¿Al servicio de qué están tus acciones?
  • Acciones comprometidas: Diseñamos tareas significativas en línea con sus valores, que el propio paciente elige, incluso frente a pensamientos o sensaciones difíciles.
  • Contacto con el presente: Trabajamos con ejercicios de anclaje y claves deícticas (yo-aquí-ahora, mi pensamiento-allí-entonces) para fortalecer la conexión con el momento presente.
  • Gestión del control: Mostramos que los esfuerzos por controlar los eventos internos mantienen la rumia y la evitación, ayudando a entender que el control en sí mismo es parte del problema y no la solución.

 

Psicoterapia Analítico Funcional (FAP)

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Paralelamente, hemos trabajado con Psicoterapia Analítico Funcional, aprovechando la dinámica de la sesión para evocar y modificar conductas clínicamente relevantes en tiempo real.

La Psicoterapia Analítico Funcional (FAP) es una intervención conductual de tercera generación que enfatiza la relación terapéutica como un contexto de cambio. Al centrarnos en cómo las respuestas del paciente emergen en el vínculo clínico, hemos logrado intervenciones más profundas y adaptativas que se trasladan a su vida cotidiana.

 


La Psicoterapia Analítico Funcional (FAP) es una intervención conductual de tercera generación que enfatiza la relación terapéutica como un contexto de cambio


 

Durante la terapia, se trabajan tres tipos de conductas:

  • Conductas Tipo 1: Manifestaciones problemáticas que emergen en sesión.
  • Conductas Tipo 2: Mejorías que el cliente experimenta dentro del espacio terapéutico.
  • Conductas Tipo 3: Reflexiones e interpretaciones del cliente sobre su propio comportamiento y las conexiones entre lo que ocurre en sesión y su vida fuera de ella.

 

La FAP permite que el cliente/paciente con trastorno de ansiedad generalizada (TAG) enfrente sus patrones de evitación y respuestas ansiosas en tiempo real, dentro de la relación terapéutica.

Al crear un ambiente seguro y auténtico, el terapeuta facilita cambios profundos que no solo alivian la ansiedad, sino que también promueven una conexión más significativa con los propios pensamientos y emociones.

 

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Conclusión

La combinación de ACT y FAP ofrece una intervención eficaz y dinámica en el TAG, permitiendo que el paciente no solo reduzca su ansiedad, sino que también desarrolle una mayor flexibilidad psicológica y autenticidad en sus relaciones. Este enfoque no busca eliminar el malestar, sino ayudar al paciente a construir una vida alineada con sus valores, incluso en presencia de pensamientos y emociones difíciles, promoviendo un cambio significativo y sostenido. Todo el trabajo se sostuvo sobre una premisa básica de ACT:

 


“No necesitas estar bien para vivir bien… Vive bien y, tal vez, te sentirás mejor”


 

No te pierdas

Este artículo está basado en la Masterclass “Terapia de Aceptación y Compromiso. Caso clínico de ansiedad generalizada”, impartida por la psicóloga María Luisa Bresó Safont, dentro del Programa de Actividades del Instituto Raimon Gaja (iRG). La ponente también profundiza en el sufrimiento humano desde la perspectiva de ACT. Accede al contenido completo aquí:

 

 

Conoce a M.ª Luisa Bresó Safont

  • Psicóloga clínica, con más de 25 años de experiencia.
  • Especializada en terapias contextuales. Ha trabajado con más de 1.000 pacientes.
  • Dirige el gabinete en psicología contextual que lleva su nombre, en colaboración con universidades como UDIMA y UNIR.
  • Formadora para el Fondo Social Europeo, técnica en políticas sociales y ponente habitual en congresos sobre TOC, trastorno de estrés postraumático y control de impulsos.

 

Bibliografía:

Alonso Sanz, Ángel, Barbero Rubio, A., Ruiz, F. J. y Gil Luciano, B. (2022). Terapia de Aceptación y Compromiso en un niño con celos y rumia disfuncionales. Revista de Psicoterapia, 33(122), 21–45. https://doi.org/10.33898/rdp.v33i122.1146

Escrito por M.ª Luisa Bresó Safont

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