Las emociones dan color a la vida, nos conectan con los otros y nos ayudan a comprender nuestras experiencias. Sin embargo, cuando los altibajos emocionales son extremos e impredecibles, como sucede en el trastorno bipolar, pueden convertirse en una carga que afecta la calidad de vida de las personas.
A propósito del Día Mundial del Trastorno Bipolar, destacamos la importancia de un tratamiento integral que combine la terapia psicológica, la medicación y un entorno de apoyo para que el paciente aprenda a hacer frente a su enfermedad y tenga una vida más equilibrada, plena y productiva.
¿Cómo se vive con trastorno bipolar?
Katie Conibear, bloguera que padece trastorno bipolar. Imagen tomada de https://katieconibear.uk/
Expresiones como «Uno se siente bien al principio y luego se convierte en un monstruo», «Cualquier estado de tristeza es una alarma», «Es como estar en arenas movedizas», o «Decir que vivo como en una montaña rusa es demasiado simplista», reflejan la experiencia diaria de quienes viven con trastorno bipolar.
La bloguera británica Katie Conibear, en una entrevista para la BBC, también relató cómo esta condición ha marcado su vida. Con gran honestidad, afirmó: «La mitad del tiempo me odiaba a mí misma, y la otra mitad pensaba que era la persona más increíble del mundo».
Los cambios rápidos y extremos de humor que llevan a los pacientes desde la euforia intensa (episodios maníacos), hasta la infelicidad profunda (episodios depresivos), es uno de los síntomas del trastorno bipolar; una enfermedad mental grave que puede durar toda la vida y afectar entre el tres y el cinco por ciento de la población adulta mundial.
Estas fluctuaciones de ánimo también pueden afectar el sueño, la energía, el juicio y la capacidad para pensar con claridad, causando un comportamiento difícil y relaciones interpersonales deterioradas, y afectando en las actividades cotidianas de la persona, tanto familiar, como laboral y académica.
El trastorno igualmente puede acarrear estigmatización, que, a su vez, lleva a la discriminación y al aislamiento. Todo ello reduce, de forma significativa, la calidad de vida del paciente.
Un abordaje integral para enfrentar los desafíos
A pesar de los retos que implica vivir con trastorno bipolar, muchos pacientes enfrentan la enfermedad con coraje. Buscan apoyo y siguen tratamientos a largo plazo que les permiten controlar los síntomas, encontrar estabilidad y llevar una vida satisfactoria.
Ana, es un ejemplo de ello. De acuerpo al blog basadosenhechosreales.com, a los 20 años, después de varios meses de estar irritable, tener dificultades para concentrarse y altibajos emocionales, acudió a un profesional de la salud mental y fue diagnosticada con trastorno bipolar.
Ana inició un tratamiento que comprendía psicoterapia y medicación. Enfrentó muchos desafíos, no obstante, encontró apoyo en su entorno familiar y social y se comprometió con su tratamiento. Con el paso del tiempo, aprendió a reconocer los signos de sus episodios y a gestionarlos de manera efectiva.
El enfoque interdisciplinario es esencial para abordar el trastorno bipolar debido a la complejidad de esta condición
Combina la experiencia de diferentes profesionales, como psiquiatras, psicólogos, terapeutas ocupacionales y trabajadores sociales, para ofrecer un cuidado integral.
La intervención se adapta a las necesidades de cada paciente y, de forma habitual, incluye: medicamentos, terapia psicológica, hábitos saludables, apoyo social y familiar, y otras intervenciones, para llevar una vida más equilibrada y reducir la frecuencia e intensidad de los episodios.
El papel del psicólogo en el tratamiento del trastorno bipolar
Si bien es cierto que la intervención del psiquiatra y el tratamiento farmacológico es fundamental para estabilizar el estado de ánimo del paciente, no es suficiente, por sí sola, para el tratamiento óptimo del trastorno bipolar.
La terapia psicológica juega un papel clave en la mejora de la calidad de vida y la prevención de recaídas
Su objetivo es garantizar que el paciente, una vez tiene los síntomas bajo control a través de la medicación, cuente con los recursos necesarios para poner en orden su vida.
A continuación, mencionamos los principales aportes de la psicoterapia en el tratamiento del trastorno bipolar:
- Adherencia al tratamiento: muchos pacientes con este trastorno dejan la medicación cuando se sienten bien. La terapia ayuda a entender la importancia de mantener el tratamiento.
- Identificación de señales de recaída: el psicólogo entrena al paciente para reconocer signos tempranos de episodios maníacos o depresivos y actuar a tiempo.
- Regulación emocional y afrontamiento: la psicoterapia enseña estrategias para gestionar emociones intensas y evitar conductas impulsivas.
- Mejora de relaciones interpersonales: se trabaja en la comunicación y la reducción de conflictos que pueden desencadenar crisis.
- Rutinas y estabilidad: la intervención del psicólogo ayuda a establecer hábitos que previenen desequilibrios en el estado de ánimo.
¿Cuáles son las modalidades de intervención que se aplican en personas con trastorno bipolar?
Algunas de las 5 estrategias más eficaces para el tratamiento de esta enfermedad son:
- Psicoeducación: se educa al paciente y a su entorno sobre esta afección mental, sus síntomas y factores desencadenantes, para disminuir tanto la frecuencia como la intensidad de la sintomatología. Además, se explican las diferencias entre episodios maníacos, hipomaníacos y depresivos.
- Terapia cognitivo conductual (TCC): ayuda al paciente a desarrollar conciencia sobre pensamientos y comportamientos desadaptativos que podrían ser indicadores de un episodio inminente. Por ejemplo, si un paciente nota impulsividad creciente o insomnio, puede tomar medidas preventivas.
- Terapia interpersonal y de ritmo social (TIRS): es una intervención enfocada en regular patrones biológicos como el sueño, la alimentación y la actividad física, para estabilizar el estado de ánimo.
- Manejo del estrés y prevención de recaídas: el psicólogo ayuda al paciente a desarrollar habilidades de afrontamiento, técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación y la atención plena (mindfulness) y el manejo del tiempo, para reducir la ansiedad y el estrés en el día a día.
- Terapia familiar y de apoyo: es una herramienta terapéutica que Involucra a la familia y fomenta la comunicación abierta, para reducir el estrés y mejorar la convivencia. Ayuda a crear un entorno de apoyo y comprensión mutua, realmente efectivo, que promueva la recuperación del paciente.
La complacencia excesiva del entorno ante episodios de manía o depresión pueden reforzar conductas que empeoran la situación
Conclusión
La combinación del trabajo del psiquiatra, quien maneja la parte farmacológica y la terapia psicológica es lo más eficaz para un manejo integral del trastorno bipolar que maximice la estabilidad del paciente.
Este enfoque no solo permite manejar los síntomas de manera más efectiva, sino también empodera a los pacientes para afrontar los desafíos emocionales y conductuales de la enfermedad.
Al trabajar en equipo con profesionales de la salud, los pacientes pueden alcanzar un equilibrio que les permita vivir una vida plena, saludable y significativa.
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Bibliografía:
Aprendiendo a vivir con trastorno bipolar: guía práctica. (2011). Otsuka Pharmaceutical Europe, Ltd. en asociación con Bristol-Myers Squibb Company. https://consaludmental.org/publicaciones/Aprendiendovivircontrastornobipolar.pdf
«He hecho cosas de las que me voy a arrepentir durante años»: el impactante testimonio de una joven con trastorno bipolar. (2017). BBC Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-39491081
Historias reales: vivir con trastorno bipolar. (s.f.). Basado En Hechos Reales. https://basadoenhechosreales.com.ar/casos-de-trastorno-bipolar-historias-reales/
Organización Mundial de la Salud. (2024). Trastorno bipolar. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/bipolar-disorder