El acompañamiento terapéutico del trauma: guía para psicólogos en formación

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Noticias de catástrofes naturales que asolan localidades enteras, éxodos de personas amenazadas por guerras cruentas, noticias de abusos y violencia doméstica sobre niños y mujeres… 

Detrás de estas noticias hay víctimas que sufren y, muchas de ellas, necesitarán ayuda psicológica para superar el trauma causado por la experiencia. 

Para los psicólogos clínicos, comprender la naturaleza del trauma y aprender a ofrecer un espacio terapéutico seguro y empático es esencial. 

Por eso, desde iRG, queremos dedicar este artículo a los psicólogos o estudiantes de Psicología interesados en el acompañamiento del trauma. Y para que nuestra aportación sea de valor, nos hemos basado en una excelente masterclass impartida por la experta Raquel Ballesteros, dentro de las actividades complementarias que organiza semanalmente el instituto Raimon Gaja.

 

Raquel Ballesteros es docente del Máster en Psicoterapia Centrada en Trauma y Apego

 

¿Qué es el trauma?

El trauma es cualquier experiencia que supera la capacidad de una persona para afrontarla, dejando marcas profundas en su sistema nervioso y su forma de interactuar con el mundo. 

Puede surgir de eventos intensos (repetidos o únicos), negligencia o carencias afectivas, y se caracteriza por haber sido vivido en soledad, sin oportunidad de procesarlo ni elaborarlo.

El trauma afecta el sistema nervioso, llevando a la persona a operar desde un estado reactivo o de protección, que produce una desconexión entre las emociones, el cuerpo y los pensamientos, dificultando la integración de la experiencia traumática en la narrativa vital.

 


El trauma es una experiencia compleja y profunda que impacta la vida emocional, física y cognitiva de las personas


 

Tipos de trauma

  • Trauma personal: se deriva de experiencias individuales, como abusos, negligencia, pérdidas o eventos recurrentes (bullying, violencia doméstica). También incluye traumas de apego o desarrollo, donde las figuras cuidadoras fallan en brindar seguridad.
  • Trauma transgeneracional: Este tipo de trauma no surge directamente de la experiencia personal, sino de eventos traumáticos vividos por generaciones anteriores que no han sido procesados. Las experiencias no resueltas de los padres o abuelos se transmiten inconscientemente.
  • Trauma colectivo: Incluye experiencias traumáticas compartidas por comunidades enteras, como pandemias, guerras, desastres naturales o terrorismo.

 

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Efectos de la DANA. Alfafar (Valencia): vecinos y bomberos trabajan en la limpieza de las calles. Kai Försterling/EFE. Tomada de El Mundo https://www.elmundo.es/espana/2024/11/01/67246f931ee97cbdb6ed5b78-directo.html

 

Detectar el trauma en consulta

Aunque algunas personas identifican fácilmente sus experiencias traumáticas, otras normalizan o minimizan lo que han vivido. En estos casos, el psicólogo debe estar atento a indicadores de trauma que pueden no ser verbalizados, observando tanto el lenguaje corporal como las respuestas emocionales y cognitivas del paciente.

Estas señales pueden ser de:

  • Hiperactivación: postura tensa, movimientos rápidos, rumiación, sobresaltos frecuentes, respiración agitada o dificultad para relajarse.
  • Hipoactivación: tono muscular bajo, falta de vitalidad, emociones adormecidas, dificultad para expresar sentimientos, respiración superficial o postura colapsada.

 


Ante la experiencia traumática, el sistema nervioso intenta protegerse a través de la activación (lucha/huida) o de la desconexión (congelación)


 

La relación terapéutica: un espacio seguro

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El trauma se caracteriza por haberse vivido en soledad, sin apoyo ni validación. Por ello, la creación de un espacio terapéutico seguro es clave en el proceso de sanación. Este espacio debe permitir al paciente conectar con sus emociones, reconstruir la confianza y explorar sus experiencias sin temor al juicio.

Los elementos que, como psicólogos expertos en acompañamiento del trauma, hemos de tener en cuenta para crear un espacio seguro son:

  • Confianza y coherencia: debemos ser consistentes, honestos y cumplir con los compromisos adquiridos con el paciente.
  • Elección y previsibilidad: hemos de ofrecer opciones y explicar el proceso terapéutico, para que el paciente sienta control sobre su propio camino.
  • Empatía radical: es importante validar sus emociones y aceptar su ritmo de apertura, respetando sus protecciones y defensas.
  • Ritmo ajustado: evitaremos forzarlo a confrontar emociones o recuerdos para los que no está preparado, priorizando siempre su seguridad.

 


El espacio terapéutico debe permitir al paciente conectar con sus emociones, reconstruir la confianza y explorar sus experiencias sin temor al juicio


 

Abordar el trauma en terapia

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La intervención en trauma requiere integrar aspectos cognitivos, emocionales y corporales. Para ello, podemos usar las siguientes estrategias:

  • Trabajar con el cuerpo: incorporar técnicas de regulación somática, como ejercicios de respiración o de grounding, para ayudar al paciente a reconectar con su cuerpo como un lugar seguro.
  • Validar las protecciones: reconocer que los mecanismos de defensa del paciente (como el control, la sumisión o la evitación) han sido útiles en el pasado para garantizar su seguridad. La terapia no busca eliminarlos, sino integrarlos de forma saludable.
  • Reconocer las partes sanas: ayudarlo a conectar con aspectos resilientes de su psique, fomentando su capacidad de observar sus emociones sin identificarse completamente con ellas.
  • Intervenciones personalizadas: adaptar las estrategias terapéuticas al momento y necesidades del paciente, desde la terapia cognitivo-conductual hasta enfoques más integrativos que trabajen con el cuerpo y las emociones.

 


El objetivo es ayudar al paciente a salir de su estado de protección y reactividad, sin retraumatizarlo en el proceso


 

Comunicación y vínculo en la terapia de trauma

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El trauma afecta la capacidad de las personas para confiar en los demás y buscar apoyo, por ello los psicólogos debemos ser conscientes de cómo se comunica el paciente, explorando no solo lo que dice, sino también lo que no puede expresar.

Las claves para conseguir una comunicación efectiva son:

  • Escucha activa y sin juicio: brindar un espacio donde el paciente se sienta escuchado y aceptado sin expectativas.
  • Preguntas abiertas y reflexivas: ayudarlo a explorar sus emociones y necesidades a su propio ritmo.
  • Flexibilidad y validación: adaptar el lenguaje y las intervenciones al estado del paciente, evitando presiones para avanzar más rápido de lo que puede tolerar
  • Respetar los silencios: el silencio en consulta no siempre indica falta de progreso. Puede ser un espacio necesario para que el paciente procese sus emociones y experiencias, especialmente cuando estas han sido reprimidas o ignoradas durante mucho tiempo.

 

Te puede interesar: ¿Por qué los psicólogos que conectan con sus pacientes tienen más éxito en sus terapias?


Desafíos en el acompañamiento del trauma

Trabajar con trauma es un proceso complejo que puede activar tanto al paciente como al terapeuta. Es esencial que como terapeutas seamos conscientes de nuestras propias reacciones y protecciones para evitar que interfieran en el vínculo terapéutico. 

Los riesgos más comunes son:

  • Retraumatización: si forzamos al paciente a revivir experiencias traumáticas sin que esté preparado puede aumentar su malestar y reforzar sus defensas.
  • Proyecciones del terapeuta: si no hemos trabajado nuestros propios traumas, podemos reaccionar desde nuestro sistema de protección, dificultando la conexión con el paciente.
  • Desgaste emocional: acompañar a personas traumatizadas puede ser agotador, por ello es fundamental que prioricemos nuestro autocuidado y recibamos supervisión profesional regularmente.

 


Acompañar a personas traumatizadas puede ser un proceso agotador para el psicólogo


 

Un proceso de reparación y reconexión

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Las personas que sufren traumas y se enfrentan a ellos son parecidas a las flores de loto. El loto crece en los charcos de lodo, y representa la superación de las dificultades y la pureza en medio de la adversidad.

 

La terapia de trauma es un espacio donde el paciente puede reparar la experiencia de soledad y desconexión asociada al trauma. Este proceso no solo implica trabajar con el contenido del trauma, sino también con las formas en que el sistema nervioso responde al estrés.

Los objetivos terapéuticos son:

  • Reconstruir la seguridad: ayudar al paciente a sentirse seguro en su cuerpo y en sus relaciones.
  • Integrar las experiencias: transformar los recuerdos traumáticos en una narrativa que pueda ser entendida y procesada.
  • Fortalecer la resiliencia: fomentar las capacidades del paciente para regularse emocionalmente y enfrentar futuros desafíos.

 


El trauma no es solo una experiencia de dolor, sino también una oportunidad de transformación


 

Como psicólogos, nuestra labor es crear un espacio donde el paciente pueda reconectar con su humanidad, descubrir sus fortalezas y aprender a sostenerse en sus momentos de vulnerabilidad.

 

Conclusión

El acompañamiento terapéutico del trauma no se basa en ofrecer respuestas, sino en estar presentes de manera auténtica, ofreciendo al paciente el tiempo, la seguridad y la empatía necesarios para sanar

Cada sesión es una oportunidad para validar sus experiencias, normalizar sus emociones y acompañarlo en su camino hacia la integración y la paz interna.

Para los estudiantes de Psicología, este es un recordatorio de la responsabilidad y el privilegio de ser testigos y compañeros en el proceso de sanación de otros. El aprendizaje constante, la supervisión y el trabajo personal son esenciales para estar a la altura de este desafío.

 


La sanación es posible, y como psicólogos, somos parte del puente hacia ella


 

¿Quieres especializarte en acompañamiento del trauma? Máster en Psicoterapia Centrada en Trauma y Apego

 

Si eres psicólogo/a

No te pierdas la Masterclass “Comunicación y vínculo con el paciente en el manejo del trauma” impartida por la experta Raquel Ballesteros. Una Masterclass de muy alto nivel, basada en la amplia experiencia de la ponente y que, además, incluye una ronda final con preguntas hechas por estudiantes de gran interés para psicólogos y futuros psicólogos.

Raquel Ballesteros es psicóloga clínica con una amplia experiencia en el campo de la psicología integrativa; está especializada en trauma, comunicación y vínculos. Es docente en iRG, tiene consulta propia e imparte talleres sobre inteligencia emocional, comunicación asertiva, prevención de violencia de género y sexualidad.

 

Libros de Raquel Ballesteros

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Revisado y aprobado por Raimon Gaja, psicólogo, director y fundador de iRG
Escrito por M.ª José Mateo

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