Cuando nos planteamos mejorar la autoimagen pensamos en dietas, cosméticos y gimnasios. Sin embargo, estas fórmulas están pensadas para mejorar la apariencia externa y no el concepto interno que tenemos de nuestro aspecto. Si éste está distorsionado, las medidas externas sólo conseguirán hacernos sentir un poco mejor durante un breve período de tiempo.
Cuidarse externamente está bien, pero no debe confundirse con la solución “mágica” a nuestro descontento. Una autoimagen positiva no se puede comprar, porque es un estado interno de aceptación y amor incondicional más allá de las formas, centrada en la esencia de lo que somos y no de lo que parecemos.
En este artículo vamos a ver qué es la autoimagen y cómo podemos aprender a valorar lo mejor que hay en nosotros mismos.
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Qué es la autoimagen
Según J.C. Rosen, la imagen corporal es «la manera en que uno percibe, imagina, siente y actúa respecto a su cuerpo». Estamos, por lo tanto, ante algo muy complejo, en el que entra no ya sólo la representación mental que hacemos de nuestro cuerpo, sino también de los pensamientos, emociones y conductas que generamos ante él.
Cuando nuestra imagen corporal es satisfactoria, nos tratamos con más cariño y respeto, somos más espontáneos, nos relacionamos mejor y la vida en su conjunto nos premia con vivencias y relaciones personales más satisfactorias.
Cuando nuestra imagen corporal es negativa, cada vez que nos miramos en el espejo, nos comparamos con otra persona o se nos presenta una oportunidad en la que creemos que la apariencia es importante, nuestra mente se vuelve muy crítica y nos humilla con comentarios hirientes.
Tener una autoimagen subjetivamente satisfactoria es tan importante, porque ésta no viene sola, sino atiborrada de sentimientos positivos y negativos que afectan a nuestra autoestima y seguridad.
Se estima que un tercio de la autoestima depende de la autoimagen personal
Apariencia y autoimagen no es lo mismo
La apariencia personal es el aspecto físico desde un punto de vista objetivo y externo. La autoimagen, por el contrario, es una visión corporal subjetiva, por lo que una persona de rasgos poco agraciados puede sentirse satisfecha y otra muy atractiva completamente incómoda con su cuerpo.
En términos de bienestar, es sustancialmente más útil contar con una autoimagen positiva que con una apariencia real más o menos atractiva
Por otro lado, mientras que la mejora de la apariencia personal se logra a través de cuidados estéticos (ropa, peinado, cosméticos, etc.), la mejora de la autoimagen sólo es posible lograrla mediante un trabajo interno de comprensión de la unicidad personal y su valor intrínseco.
Si una persona tiene dificultades con su autoimagen es recomendable que acuda al psicólogo clínico, ya que es el profesional que tiene los conocimientos y estrategias necesarias para acompañarle en la resolución de su problema.
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Descubre todo lo bueno que hay en ti
Para conseguir una verdadera seguridad y estima, debemos ser conscientes de todos los aspectos que conforman nuestra personalidad. Esta visión global nos dará una idea ajustada de nuestro valor y nos servirá de colchón cuando, por el motivo que sea, uno de los múltiples aspectos de lo que somos no pase por su mejor momento.
Imagina que una persona le da una importancia absoluta a su aspecto físico. Cada día se levanta dos horas antes para acicalarse y escoger la ropa que va a ponerse. Cuando sale a la calle se siente absolutamente segura de sí misma: nadie encontrará ni un solo aspecto que no esté perfectamente conjuntado. Pero qué pasa si algún día por el motivo que sea sufre un cambio físico y ya no puede lucir perfecta. ¿Dejará de ser valiosa como ser humano? Si la persona ha puesto todo su valor en la apariencia, probablemente lo creerá y se sentirá hundida.
En todos los órdenes de la vida, nos conviene mantener una imagen global de lo que somos. Si una persona ha aprendido a valorarse de una manera integral, cuando le falle un aspecto, contará con otros que actuarán como amortiguadores y que suavizarán el golpe. Esta imagen global no sólo es menos arriesgada, sino también más real, justa y humana.
Es importante no centrarnos en un único aspecto de lo que somos, sea el cuerpo o la mente, sino encontrar un equilibrio
Ejercicio para valorarte globalmente
A continuación, te propongo un ejercicio para que descubras quién eres en todos los ámbitos de tu vida. El objetivo es que localices tus cualidades y fortalezas y las interiorices para que de aquí en adelante te sirvan para conformar una autoimagen positiva al mismo tiempo que realista.
En una hoja de papel, completa la siguiente lista con tus cualidades más allá de tu físico:
- Soy una persona: por ejemplo, cariñosa, educada, alegre, bondadosa, empática, asertiva, extrovertida, etc.
- Me gusta: por ejemplo, escuchar música, bailar, charlar con mis amigos, salir con mi pareja, jugar con mis hijos, etc.
- Soy capaz de emocionarme con: por ejemplo, una película, un amanecer, la pobreza y la injusticia, etc.
- De aquí a cinco años me gustaría verme: por ejemplo: con una pareja y familia, estable emocionalmente, sin deudas en el banco, etc.
A continuación, escribe tus cualidades cuando te relacionas con otras personas:
- Con mi familia en general: por ejemplo, ayudo con las obligaciones domésticas, les hago reír, etc.
- Con mi pareja: por ejemplo, no espero a que adivine mis deseos y se los comunico abiertamente, no intento imponer siempre mi voluntad, etc.
- Con mis hijos: por ejemplo, juego con ellos, no les critico, intento que se sientan seguros en la vida, etc.
- Con mis compañeros de trabajo: por ejemplo, intento llevarme bien con todos, me alegro de sus éxitos, etc.
- Con mis amigos: por ejemplo, siempre estoy disponible si me necesitan, recuerdo sus cumpleaños, etc.
La mayoría de las personas no son conscientes de la cantidad de cualidades que tienen y que desarrollan cada día en su vida diaria
Al completar el ejercicio, te darás cuenta de que eres una persona con aficiones, sueños e ideales; que se relaciona con otras personas, y que al hacerlo saca lo mejor de sí misma, y contribuye con lo que es a que el mundo funcione un poco mejor. ¿No crees que todo esto también debe formar parte de tu conciencia sobre lo que eres y lo que vales? ¿No crees que, si tienes presente todo esto, el hecho de que, quizá, tu cuerpo no cumpla unas medidas más o menos perfectas, te parecerá poco relevante contrapuesto a todas las cualidades que sí posees?
A partir de ahora, cada vez que pienses en algún aspecto de tu apariencia, acompaña tu descripción física con otras de tipo vital. Experimentarás un bienestar casi inmediato. ¡Ah!, y no te limites a hacerlo sólo en el caso de que tu valoración sea crítica. Hasta cuando te dices a ti mismo lo guapo/a que eres, es importante que recuerdes que además de atractivo/a eres un montón de cosas más.
Si te has quedado con ganas de más
Este artículo está basado en algunos fragmentos del libro No son perfectas, son felices. Cómo pasar de la autocrítica a la aceptación y mejorar tu imagen desde dentro, del psicólogo clínico y director de iRG, Raimon Gaja.
Si eres licenciado o graduado del ámbito de la salud o educativo, te puede interesar nuestro Máster en Terapias del Bienestar e Inteligencia Emocional.