Después de lasvacaciones de Navidad, la vuelta al colegio es un reto para los docentes. Es habitual que se experimenten emociones contradictorias, por una parte la alegría de volver ver a sus alumnos y reencontrarse con ellos, y, por la otra, el temor a la sobrecarga de trabajo, los problemas con determinados niños y quizá también con sus familiares, la vuelta a la burocracia y el papeleo que lleva implícito el trabajo docente, el síndrome posvacacional de los propios niños…
Entonces, ¿qué podemos hacer para que el regreso a las aulas sea más fácil? En este artículo, te respondemos con recursos útiles, dinámicos y sencillos.
¿Qué es el síndrome posvacacional?
El síndrome posvacacional es un estado de malestar ocasionado por regresar a la rutina laboral o educativa tras un tiempo de vacaciones u ocio.
Se distingue por síntomas como:
cansancio,
insomnio,
ansiedad,
falta de concentración,
irritabilidad,
malestar digestivo,
entre otros.
Normalmente, este malestar dura un máximo de 15 días.
Las personas más proclives a sufrir síndrome posvacacional son aquellas a las que no les gusta su trabajo, idealizan sus vacaciones o llevan demasiado tiempo trabajando sin descansar.
Aunque el término ‘síndrome posvacacional’ ha ganado popularidad en los últimos años, algunos autores afirman que se trata simplemente de un proceso de adaptación que se produce en el periodo de transición entre las vacaciones y el regreso a la rutina laboral o estudiantil.
Para prevenir la aparición del síndrome posvacacional y facilitar la vuelta a la rutina se aconseja organizar el regreso de las vacaciones con tiempo, ordenar las tareas pendientes, tratar de mantener los hábitos de alimentación y de sueño. Además, se necesita conservar una actitud positiva y evitar el negativismo.
A continuación, vamos a tratar algunos de estos puntos con mayor profundidad, empezando por el principal de ellos: el autocuidado del docente.
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Cuídate para cuidar de ellos
El cuidado emocional del docente es importante, no ya sólo para él, sino también para cuidar del alumnado y generar vínculos sanos con ellos. Porque tal y como se pregunta Ainhoa Sánchez Martín en la “Guía emocreativa para una vuelta al cole desde el corazón”: ¿podemos darle a los demás, lo que no podemos darnos a nosotros mismos?
Esta autora, propone 3 grandes medidas de autoprotección:
¿Cómo me siento? Se trata de tomar conciencia de nuestro estado emocional: atender al cuerpo (tensión, dolor de estómago, etc.), a lo que sentimos (alegría, nervios, tristeza), respetar nuestras emociones sin juzgarlas, y, por último, estar atentos a posibles estresores, que pueden ser externos (horario de trabajo, mala relación con la dirección del centro, etc.) o internos (pensamiento rígido, etc.) y decidir si hacemos algo al respecto para superar la situación.
¿Cómo me cuido? Se trata de buscar los recursos necesarios para regular nuestro estado emocional.
Cuidar nuestro cuerpo a través de medidas como la alimentación, la actividad física y el descanso.
Conectar con nuestro propósito como docentes para darle sentido a nuestra tarea diaria.
Hacer cosas, en nuestro día a día, que nos resulten agradables para que nos ayuden a mantener un estado general positivo. No dejar que sean las circunstancias externas las que marquen el ritmo de nuestra emocionalidad, sino que podemos incidir en ella de manera proactiva.
Fortalecer el vínculo con el alumnado, celebrando sus pequeños éxitos, proponiendo de vez en cuando alguna actividad que les sorprenda y agradeciendotodo lo que aprendemos de ellos.
¿Cuándo me cuido? La respuesta es simple: ahora y siempre. Puede ser útil planificar fines de semana o salidas mensuales destinadas específicamente al autocuidado.
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Recursos dinámicos para ayudar a los docentes:
Otros recursos que pueden ayudar en la transición posvacacional son los siguientes:
Planificar actividades para el primer día de clase: tener un plan estructurado con actividades desde el primer día es una excelente herramienta de planificación, ya que el regreso a las aulas brinda la oportunidad perfecta para romper el hielo y volver a la rutina con buen pie. Los juegos y las dinámicas se pueden aprovechar para consolidar un ambiente de confianza y definir objetivos para el nuevo trimestre.
Repasar contenidos: durante las vacaciones los niños pueden olvidar algunos de los contenidos que vieron, debido a la falta de práctica. Por ello, refrescarles la memoria es útil para evaluar el nivel de conocimiento actual de los alumnos y motivarlos. Una opción para hacer esta actividad es por medio de vídeos, infografías, cuestionarios, debates, entre otros. Cuanto más entretenida sea la actividad, mejor será la recepción de los alumnos, aprenderán con mayor facilidad y se reforzarán los conocimientos, porque será divertido para ellos.
Fomentar la participación y los proyectos colaborativos: otra alternativa es fomentar la participación y la colaboración con proyectos grupales, donde se involucren a todos los alumnos para la investigación, diseño y consolidación de un plan o proyecto final con una temática de interés y orientada a los objetivos planteados. Este tipo de actividades incentivan la cooperación, creatividad, aprendizaje y desarrollo de competencias.
Consejos para que los docentes puedan plantearse nuevas formas de enfocar el trabajo:
Establecer un objetivo general y uno específico para cada proyecto y tarea: estos deben estar en sintonía con la visión y misión del colegio.
Buscar nuevas fuentes de inspiración y herramientas de aprendizaje: libros, podcasts, asignaturas online, reuniones por zoom, Google Académico, etc.
Trabajar con otros docentes: la colaboración con compañeros de trabajo, tanto del mismo colegio como de otros, aporta nuevas experiencias y enfoques que enriquecen el sistema educativo.
Buscar soluciones creativas: si tienes un problema o un área con mayor dificultad es importante buscar nuevas alternativas y estar abierto a utilizar nuevas herramientas o técnicas pedagógicas. Una opción muy recomendable es la lluvia de ideas.
Analizar continuamente el progreso y los resultados: tener metas cuantificables ayuda a poder estudiar el progreso, saber si los objetivos están siendo alcanzados y de esta forma poder tomar las acciones o cambios que se necesitan.
Ideas de actividades escolares para el primer día de clases después de la navidad
No todos los niños viven situaciones familiares positivas, por lo que es recomendable evitar ciertas preguntas directas el primer día de clase, como por ejemplo qué regalos han recibido de papá noel o los reyes magos.
La idea es fomentar actividades con las que los alumnos se sientan motivados y con confianza de expresarse; evitar las comparaciones y la valoración de cosas materiales y promover valores positivos, mientras los niños se divierten y aprenden.
Algunos recursos creativos pueden hacer que el reencuentro sea vivido con igualdad y alegría por todos los niños:
Museo de recuerdos: los niños pueden dibujar o llevar una foto del momento en el que se sintieron más felices en Navidad. Esto estimula la inteligencia visual-espacial.
Escribir una carta de agradecimiento: se puede motivar a los niños a que escriban una carta que puede o no estar dirigida a una persona en especial, explicando un motivo por el que se sienten agradecidos. Con esta actividad se trabaja la inteligencia lingüística.
Lluvia de ideas para nuevos proyectos: se puede aprovechar el inicio de año para preguntarle a los alumnos sobre sus intereses, dudas e inquietudes. De esta forma se fomenta la creatividad y se alinean las nuevas tareas y trabajos con los intereses de los niños.
En conclusión, el regreso al colegio, tanto para el docente como para el alumno, requiere de un periodo de adaptación que a veces puede resultar difícil. No obstante, en el caso del profesorado se trata de una excelente oportunidad para conectarse consigo mismos y con su propósito educativo.
El instituto Raimon Gaja (iRG) continúa fortaleciendo su presencia en Latinoamérica mediante alianzas estratégicas en Colombia y México, consolidando así su red de colaboración internacional(...)