Alguna vez te has preguntado cómo cambiaría la dinámica del aula si en lugar de comenzar la clase de esta manera: “Buenos días, ¿quién estudió la lección?”, preguntas a los estudiantes: “¿Cómo os sentís hoy?, ¿Alguien quiere compartir algo interesante que le haya pasado?”
Sin duda, este pequeño cambio puede lograr una conexión auténtica o rapport, fundamental para crear un ambiente de confianza, respeto y colaboración que favorezca el aprendizaje y el desarrollo integral de los alumnos.
En este artículo, examinaremos por qué el rapport es esencial en el aula, cómo impacta en el proceso educativo y qué actividades prácticas podemos implementar para fortalecer la confianza en los estudiantes.
¿Qué es el rapport y por qué es importante en el aula?
El rapport es una relación de sintonía, empatía y confianza mutua entre dos o más personas. En el contexto educativo, se refiere a la conexión emocional y comunicativa que el docente establece con sus estudiantes, desde el respeto, la escucha activa y la autenticidad.
Es esencial en el coaching educativo, para alcanzar un aprendizaje genuino y transformador, pues:
Crea un ambiente en el que los estudiantes se sienten valorados, comprendidos y seguros para explorar, expresarse, participar, aprender y equivocarse, sin miedo al juicio
Esto no solo mejora la motivación, el rendimiento y el compromiso, también favorece el desarrollo de habilidades socioemocionales, como la empatía, la autorregulación y la comunicación efectiva.
Diversos estudios en neurociencia y psicología educativa señalan que las relaciones positivas en el aula aumentan la liberación de neurotransmisores como la oxitocina, que favorecen la apertura emocional y la receptividad al aprendizaje. Además, un buen rapport reduce la ansiedad, mejora la atención y aumenta la retención de conocimientos.
Cómo impacta en el proceso de enseñanza-aprendizaje
Fomentar vínculos genuinos no solo fortalece la confianza y el compromiso de los estudiantes, también enriquece nuestra experiencia docente, creando un ambiente de aprendizaje más dinámico y significativo para todos.
El rapport es un pilar clave para garantizar un proceso educativo de calidad
Ventajas para el profesorado:
- Mejora la comunicación:Facilita que los estudiantes expresen sus ideas, dudas y sentimientos.
- Aumenta la motivación:Los alumnos se sienten más conectados y comprometidos con el proceso de aprendizaje.
- Reduce conflictos:La empatía y la confianza disminuyen los conflictos, malentendidos y tensiones.
- Facilita la gestión del aula:Un ambiente de confianza favorece la disciplina positiva y la colaboración.
- Desarrolla habilidades sociales:El docente también mejora su capacidad de escucha activa y empatía.
Ventajas para los estudiantes:
- Mayor seguridad emocional:Se sienten valorados y comprendidos, lo que favorece su autoestima.
- Participación activa:Se sienten motivados a participar y expresar sus ideas sin miedo al juicio.
- Mejor rendimiento:La confianza y el apoyo emocional impactan positivamente en su aprendizaje.
- Desarrollo de habilidades socioemocionales:Aprenden a gestionar sus emociones y a relacionarse mejor con otros.
7 claves para construir y sostener el rapport en el aula
El rapport es una actitud que se construye, día a día, a través del vínculo pedagógico y requiere condiciones emocionales, comunicativas y éticas que lo posibiliten.
Entre los elementos que favorecen su desarrollo se pueden mencionar:
1. Presencia auténtica del docente
Consiste en estar física y emocionalmente disponible para el alumno, con autenticidad, sin distracciones, ni prisa; lo que genera credibilidad.
Un ejemplo práctico es mirar a los ojos con atención y calidez o dejar el móvil a un lado durante la conversación.
«Estar presente de verdad genera credibilidad»
2. Escucha activa y empática
Implica escuchar con intención real de comprender, no solo para responder; captando las palabras, los gestos, el tono y las emociones subyacentes.
Una acción clave para aplicarla es validar las emociones del estudiante, con frases como: “Entiendo que eso te haya dolido…” o «Veo que te sientes frustrado, y es completamente normal cuando algo nos cuesta trabajo.»
3. Lenguaje corporal y paraverbal coherente
Consiste en ser coherentes entre la forma en la que nos expresamos físicamente y lo que decimos verbalmente. Esto transmite confianza y seguridad.
Algunas prácticas concretas en el aula son mantener una postura relajada y receptiva y un tono de voz tranquilo y empático.
«Escuchar para entender, no solo para responder»
4. Interés genuino por la persona
El rapport se fortalece cuando los docentes mostramos interés por la persona en su totalidad, no sólo en su rol de estudiante: su historia, sus intereses, su forma de ver el mundo.
¿Cómo podemos reflejarlo en el aula? Preguntando al alumno por su estado emocional, no solo por sus tareas y/o recordando detalles personales compartidos.
«Interesarse por la persona, no solo por el estudiante»
5. Igualdad emocional y respeto mutuo
El rapport requiere un vínculo horizontal emocional, donde los docentes no nos posicionemos como superiores, sino como alguien que acompaña, desde el respeto y la humanidad compartida.
Un indicador clave es tratar al alumno como interlocutor válido, con voz propia.
«Rapport es tratar al alumno como igual, no como inferior»
6. Confidencialidad y coherencia
La confianza, base del rapport, solo se mantiene cuando los docentes cuidamos la confidencialidad de lo que el alumno expresa, y actuamos de manera coherente con lo prometido.
Algunas recomendaciones importantes son: evitar compartir información sensible, sin consentimiento y ser predecible emocionalmente, sin cambios bruscos en el trato.
«La confianza se gana con coherencia y respeto a lo confidencial»
7. Humor respetuoso y cercanía emocional
El humor (cuando es apropiado y no ofensivo) puede actuar como puente emocional que rompe la rigidez, aligera tensiones y fortalece el vínculo afectivo.
Para aplicarlo de forma efectiva en el aula, es necesario tener algunos cuidados esenciales, como evitar bromas que ridiculicen o expongan y leer el estado emocional del alumno antes de usarlo.
«El humor respetuoso abre puertas al vínculo emocional»
Actividades prácticas que te ayudarán a construir confianza en el aula
Construir rapport requiere intención, empatía y constancia. A continuación, compartimos algunas actividades y estrategias que puedes implementar para fortalecer la confianza y la conexión con los estudiantes:
1. Rondas de apertura emocional
Su objetivo es facilitar que el alumno exprese cómo se siente al iniciar el día o una clase, generando un clima de escucha y empatía.
Para llevarlas a cabo, los estudiantes pueden compartir su estado emocional, con una palabra o frase: “Me siento tranquilo” o “Estoy nervioso por el examen”.
Es fundamental que los docentes también participemos con autenticidad, mostrando que el aula es un espacio seguro para la expresión emocional
El efecto de esta dinámica es significativo. No solo ayuda a romper el hielo emocional, permitiendo que los estudiantes se sientan más cómodos, también da valor a sus vivencias, reconociendo que sus emociones son parte esencial del proceso de aprendizaje. Además, refuerza la horizontalidad afectiva, promoviendo relaciones basadas en la confianza y el respeto mutuo.
Esta práctica rompe el hielo emocional, valida las vivencias de los estudiantes y fortalece vínculos basados en la confianza y el respeto
2. Actividad “algo que quiero que sepas de mí”
Es una estrategia diseñada para promover la apertura y fortalecer la autenticidad y la conexión entre docentes y estudiantes.
Para llevarla a cabo, cada estudiante escribe en una hoja, puede ser de forma anónima o personalizada, una frase completando la idea: “Algo que quiero que sepas de mí (como persona, no como alumno) es…”. Luego, tienen la opción de compartir su respuesta con el grupo de forma voluntaria o entregarla al docente, quien la leerá con confidencialidad y respeto.
Esta dinámica no solo refuerza el sentido de identidad de los estudiantes, permitiéndoles expresarse con mayor libertad, sino que también humaniza la relación docente-alumno, alejándola de una interacción estrictamente académica. Además, activa la escucha sin juicio, creando un ambiente de confianza donde cada voz es valorada.
Esta estrategia refuerza la identidad del alumno, humaniza la relación con el docente y crea un espacio de escucha y confianza donde cada voz importa
3. Juego “cajas de coincidencias”
Es una dinámica diseñada para detectar intereses y experiencias comunes entre el docente y los alumnos, fomentando la conexión y el sentido de comunidad en el aula.
Para llevarla a cabo, cada participante escribe en una tarjeta respuestas a distintas preguntas como un libro que me gustó, una canción que me identifica, algo que me asusta y un talento que tengo.
Luego, todas las tarjetas se mezclan y se leen en voz alta, mientras el grupo intenta adivinar a quién pertenece cada respuesta. Finalmente, cada persona revela la autoría de su tarjeta, generando momentos de sorpresa y descubrimiento.
El impacto de esta actividad va más allá del juego. No solo rompe barreras formales, creando un ambiente más relajado y abierto, sino que también fomenta la empatía y la cercanía, permitiendo que docentes y alumnos encuentren puntos en común. Además, descubre afinidades que fortalecen el vínculo dentro del grupo, generando relaciones más sólidas y significativas.
Esta práctica fomenta la empatía y la cercanía, permitiendo que docentes y alumnos encuentren puntos en común, generando relaciones más significativas
Conclusión
El rapport es la puerta de entrada a cualquier proceso de acompañamiento auténtico y significativo y una herramienta poderosa para transformar el ambiente de aprendizaje, haciéndolo más humano, inclusivo y efectivo.
Es allí donde el estudiante se atreve a mostrarse, a aprender desde la vulnerabilidad y a construir una relación educativa transformadora.
