La inteligencia emocional no es un extra: es una competencia clave para crecer, liderar y vivir mejor. Ahora imagina ese mismo potencial, pero a nivel grupal. ¿Qué ocurre cuando un equipo (en una escuela, un centro de salud o un proyecto social) funciona con alto nivel de conciencia emocional? Ocurre algo poderoso: mejora la colaboración, se reduce el conflicto, aumenta la motivación y el impacto colectivo se multiplica.
Con este objetivo en mente, diseñé el Método del Pensamiento Emocional. En este artículo te cuento en qué consiste y cómo podemos crear equipos emocionalmente inteligentes y transformar la forma en que trabajamos juntos.
¿Qué es el método de pensamiento emocional?
El método de pensamiento emocional se basa en el modelo de inteligencia emocional de Goleman y busca desarrollar tanto competencias individuales como grupales. Su objetivo principal es fomentar la gestión de las emociones para crear y fortalecer equipos de trabajo, sólidos y cohesionados.
Este método acompaña a los participantes en un proceso que va desde el desarrollo emocional personal, el “yo”, hasta la construcción de una identidad grupal, el “nosotros”. Es decir, trabaja en doble sentido, tanto a nivel individual como colectivo, mediante el desarrollo de habilidades emocionales clave.
Es una herramienta esencial para la creación, formación, impulso y recuperación de equipos de trabajo multidisciplinarios
No solo ayuda a que los grupos sean más resilientes, productivos y armoniosos, sino que también promueve valores como la justicia, la humanidad y la sostenibilidad, contribuyendo a un entorno laboral y/o social más justo y humano.
7 competencias de los equipos emocionalmente inteligentes
1. Autoconocimiento
Para fortalecer un equipo es fundamental comprender su estado emocional en profundidad. Identificar cuál de las seis emociones básicas (alegría, tristeza, enfado o ira, miedo, asco o desagrado, sorpresa) predomina en el grupo, permite conocer su dinámica interna.
También es importante identificar, de acuerdo a su energía y bienestar, si mayoritariamente el equipo está: enfadado, feliz, deprimido o tranquilo. Este análisis es clave para potenciar la armonía y el rendimiento colectivo.
El éxito en las empresas que trabajan en equipo no depende de la excelencia individual, sino de la capacidad del grupo para funcionar de manera cohesionada y efectiva
2. Autoestima grupal
Se construye sobre pilares fundamentales que influyen en su cohesión y éxito:
- Seguridad:Lo primero que necesita un grupo es sentirse seguro. Esta seguridad surge de la confianza y bienestar de cada uno de sus integrantes. Por ejemplo, si todos en un equipo se sienten inseguros, es probable que el grupo en su conjunto también lo esté. La responsabilidad de fomentar esta seguridad recae en el líder, quien debe crear un ambiente de confianza y apoyo.
- Autoeficacia:Se refiere a la percepción de que el grupo es capaz de realizar tareas importantes y lograr metas. Imagina un colegio donde un grupo de profesores de primaria destaca en teatro; juntos sienten que son buenos en ello, lo que fortalece su autoeficacia y motiva a seguir creciendo.
- Autoconfianza:Es la creencia de que, aunque quizás el grupo no domine todas las áreas, está dispuesto a intentarlo y aprender.
- Autoestima y autoconcepto:Cuando la autoestima del grupo es alta, su autoconcepto también lo es, reflejando una visión positiva de sí mismos. Desarrollar esta positividad es clave para fortalecer la identidad grupal.
3. Resiliencia
Es la capacidad del equipo para afrontar y superar la adversidad. El psicólogo positivista Mihály Csíkszentmihályi (2008) nos habla sobre la frustración, que surge de la diferencia entre lo que queremos y lo que realmente podemos lograr. Él destaca que cuanto más aspiramos, mayor puede ser la frustración.
Es fundamental que nuestro grupo comprenda que las cosas malas suceden y que lo importante es buscar soluciones
¿Qué debemos hacer en momentos de adversidad?
Tanto a nivel individual como en equipo, hay que tener presente:
- Resignación.Es normal sentirse enfadado ante un problema, pero esa emoción debe ser pasajera. La resignación nos ayuda a aceptar la situación, sin quedarnos atrapados en ella.
- Aceptación.Reconocer que las dificultades nos ocurren a todos y que no estamos solos en la adversidad. La aceptación nos permite mantener la calma y abrirnos a nuevas posibilidades.
- Motivación.Es vital mantener el impulso de seguir adelante, tener un proyecto claro y buscar alternativas. Un equipo resiliente no se rinde ante los obstáculos; en cambio, trabaja unido para encontrar soluciones y avanzar.
Con estas estrategias, tanto individualmente como en grupo, podemos robustecer nuestra capacidad de afrontar los desafíos y salir fortalecidos de ellos.
4. La motivación
Es el conjunto de estrategias y factores que impulsan a un equipo a trabajar con entusiasmo y compromiso hacia un objetivo común; siempre teniendo en cuenta las necesidades de los demás.
Como nos señala Beck (2019), la motivación depende de que nuestro equipo tenga éxito, pero ese éxito debe considerar las necesidades de todos. Por ejemplo, si somos un equipo de profesores de primaria, debemos tener en cuenta las necesidades de nuestros alumnos y sus familias.
Para mantener la motivación es crucial tener un plan, un propósito
En la pirámide de Maslow, se enfatiza que para lograr la autorrealización es importante tener un proyecto (personal, profesional o social). Cuando contamos con un proyecto colectivo que nos identifica, estamos en el camino correcto.
Este plan debe estar basado en una mentalidad de crecimiento y fomentar la creatividad del equipo.
Cuando el grupo logra desarrollar su creatividad, se fortalece la cohesión, que es uno de nuestros principales objetivos
5. Conocer a los demás
Los equipos no existen en aislamiento. En un colegio, por ejemplo, no solo está nuestro grupo de primaria, sino también otros como el de infantil y el de secundaria. Para que todo funcione de manera armoniosa, es fundamental aprender a conocer a estos otros grupos: identificar sus fortalezas, entender sus problemas y reconocer sus potencialidades.
Este concepto se relaciona con lo que nos explica Rizzolatti sobre las neuronas espejo.
Tenemos la capacidad innata de sentir y comprender lo que sucede en nuestro equipo y también en otros equipos con los que interactuamos dentro de la organización. Esa empatía nos permite conectar y colaborar de manera más efectiva.
Si queremos que nuestro grupo funcione bien, debemos tener en cuenta a todos los demás grupos que forman parte de la organización
Un ingrediente clave en este proceso es la tolerancia. No todos tenemos la misma cultura, ni pensamos igual, y eso es algo positivo. La diversidad de perspectivas enriquece el trabajo en equipo. Además, debemos entender que la verdad es relativa y depende del contexto, la cultura y las experiencias de cada uno. Aunque tú pienses una cosa y yo otra, siempre es posible hallar un punto de encuentro, generar empatía y construir puentes que nos permitan avanzar juntos.
6. La empatía
La empatía comienza en nuestro propio grupo, pero también se extiende hacia otros equipos y comunidades. Según Daniel Goleman, existen tres tipos de empatía que son fundamentales para fortalecer nuestras relaciones y nuestro trabajo en equipo:
- Empatía cognitiva: Es la capacidad de entender lo que otra persona y/o grupo piensa, siente o cree.
- Empatía emocional: Va un paso más allá, permitiéndonos sentir lo que la otra persona y/o grupo está experimentando.
- Preocupación empática (o solidaridad empática): Es la voluntad de actuar y ayudar a la otra persona y/o grupo a sentirse mejor. No basta con entender o sentir; la verdadera empatía implica compromiso, actuar y tomar medidas para aliviar su sufrimiento o resolver su problema.
¿Cómo podemos fortalecer la empatía en nuestro equipo?
Practicando la gratitud. Reconocer y agradecer a quienes nos ayudan, felicitar a otros grupos por sus logros, y expresar palabras bonitas. Estas acciones generan vínculos duraderos y fomentan un ambiente de respeto y colaboración.
7. El liderazgo
El liderazgo es la última competencia que debemos desarrollar para que nuestro grupo, dentro de la organización, pueda convertirse en un referente.
Ser líder no significa ser superior a los demás, sino tener influencia en otros grupos
Para lograr esto, es fundamental fortalecer nuestro liderazgo, que debe estar centrado en la organización y para ello se requiere: que nuestro grupo se conozca bien, que tenga una alta autoestima, que sepa resolver problemas cuando surjan, que tenga metas y proyectos claros, que conozca a los otros grupos y que sea empático con ellos.
De esta manera, podremos ver cómo nuestro grupo desarrolla inteligencia emocional. Y, probablemente, la suma de grupos emocionalmente inteligentes hará que toda la organización también sea emocionalmente inteligente.
Conclusión
Muchas veces nos referimos a inteligencia emocional de forma individual y, por supuesto, este método es útil para el desarrollo de competencias afectivas en cada uno de nosotros, dentro de un paradigma que es el pensamiento emocional, pero no solamente sirve para ello, también es útil para cohesionar nuestros equipos y nuestras organizaciones, haciendo que pasemos de una inteligencia emocional individual a una inteligencia emocional colectiva.
No te pierdas
Este artículo está basado en la Masterclass: “Un modelo de intervención grupal – El método de Pensamiento Emocional”, dictada por el destacado Psicólogo y Pedagogo, doctor Carlos Hue García, dentro del Programa de Actividades del instituto Raimon Gaja (iRG). El ponente también explica cómo las características de los líderes que se han tenido, determinan el tipo de apego que puede llegar a desarrollar el grupo.
Puedes acceder al contenido completo aquí:
Conoce a Carlos Hue García
- Psicólogo y pedagogo.
- Doctor en Ciencias de la Educación.
- Tiene más de 30 años de experiencia como profesor de psicología y pedagogía en la Universidad de Zaragoza.
- Miembro del Consejo Escolar de Aragón.
- Especializado en inteligencia emocional.
- Formador de docentes universitarios.
- Coach educativo acreditado por AECOPE.
Algunos libros del Dr. Hue:
Hue, G., Carlos (2007). Pensamiento emocional: un método para el desarrollo de la autoestima y el liderazgo. Mira Editores.
Hue, G., Carlos (2008). Competencias Genéricas Y Transversales De Los Titulados Universitarios. Universidad de Zaragoza.
Hue, G., Carlos (2010). Bienestar docente y pensamiento emocional. Editorial Wolters Kluwer Educacion.
Bibliografía:
Beck, Henning. (2019). Errar es útil. Editorial Ariel.
Csíkszentmihályi, Mihály. (2008). Fluir (Flow): Una psicología de la felicidad. Editorial DEBOLSILLO.
Goleman, Daniel. (1996). Inteligencia Emocional. Editorial Kairós, SA.
Seligman, Martin. (2006). Learned Optimism: How to Change Your Mind and Your Life. [Optimismo aprendido: Cómo cambiar tu mente y tu vida]. Editorial Vintage.
