El verano, con sus largas vacaciones, les brinda a los universitarios la oportunidad perfecta para recargar energías y disfrutar de mucho tiempo libre que pueden usar como les plazca. Las posibilidades son infinitas: desde el alumno que solo desea remolonear en la playa, hasta el que quiere seguir ampliando su formación en un campus de verano, pasando por el de espíritu intrépido que decide viajar con su mochila por el mundo. Todas las opciones son igualmente válidas, siempre que sean libres y significativas para el estudiante.
En este artículo veremos que las vacaciones son una excelente oportunidad para cuidar de tu salud física y mental, y te compartimos algunas ideas para que puedas sacarle el máximo provecho a tu verano.
¿Por qué las vacaciones son importantes?
Los estudiantes universitarios en su mayoría tienen un ritmo de vida exigente, con largas horas de estudio y poco descanso. Algunos estudios revelan altos índices de insomnio, estrés, ansiedad y depresión entre los estudiantes. En este sentido, las vacaciones son una oportunidad de cuidar su salud física y mental. Romper con la rutina académica y dedicar tiempo a otro tipo de actividades, hará que cuando deban regresar de nuevo a las aulas, lo hagan con energías renovadas, y listos para enfrentar los desafíos del nuevo curso.
Beneficios de tomarse vacaciones
Las vacaciones no son un capricho, sino una necesidad. El tiempo de descanso tiene múltiples beneficios sobre el bienestar cerebral y la salud mental, como por ejemplo:
- Al modificar las rutinas habituales, se reduce el estrés y aumenta el tiempo que se dedica a actividades recreativas y físicas, lo que libera dopamina y mejora el estado de ánimo.
- Además, la exposición a entornos nuevos y experiencias estimulantes promueve la plasticidad neuronal, que es la capacidad del cerebro para adaptarse y renovarse.
- Durante las vacaciones dormimos más, lo que provoca un mayor rendimiento de algunos dominios cognitivos como las funciones ejecutivas, la atención y la memoria.
- A nivel físico, descansar también mejora el estado de salud general, disminuyendo las molestias físicas y el agotamiento, mejorando el sistema inmunitario y aumentando la satisfacción vital en general.
Las vacaciones no son un capricho, sino una necesidad
¡Yo no puedo descansar!
Este parece ser un pensamiento muy extendido entre los jóvenes profesionales de nuestro tiempo. Mucho por aprender, muchos sueños que cumplir, y demasiada competencia para relajarse. Sin embargo, como afirma el doctor Michael Merzenich: “El cerebro necesita descansar para consolidar la memoria y el aprendizaje”.
Los pensamientos de tipo ansioso como “Yo debería o no debería” o de tipo perfeccionista como “Si no lo hago perfecto, no conseguiré…”, son cogniciones irracionales que no permiten a algunos jóvenes tomarse un merecido tiempo de relax.
Sentirse poco productivo es otro mal asociado a la imposibilidad de descansar, pero el tiempo de descanso es algo que debemos aprender a valorar y defender, por salud física y emocional. Algo que a veces no tenemos en cuenta es que el cerebro no solo debe ser estimulado, sino que también requiere ser “desestimulado”. Un estudiante que ha dedicado muchas horas diarias al estudio intelectual durante un período largo de tiempo, posiblemente tendrá una mente sobreestimulada y cansada. Hacer actividades que no requieran un esfuerzo intelectual, como bailar, hacer deporte o estar charlando con los amigos en la terraza de un bar es lo mejor que puede hacer por su mente, y, si lo quiere ver en términos de inversión, es la inversión a corto plazo que mejores resultados le va a dar.
Los expertos señalan que el descanso es una condición previa de la creatividad y necesaria para ser realmente productivos
Ni mucho, ni demasiado poco
Y del alumno preocupado por aprovechar cada minuto de su tiempo pasamos al otro extremo, el alumno que cuando se quiere dar cuenta, se le han pasado las vacaciones sin haber hecho prácticamente nada.
Y, aunque las vacaciones son largas, conviene planificar, al menos a grandes rasgos, en qué vamos a emplear el tiempo libre, y de paso evitar el aburrimiento.
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10 ideas que te pueden gustar
- Incluye hobbies y actividades que te motiven. ¿Con qué te diviertes? ¿Qué cosas has dejado de hacer durante el curso por falta de tiempo? ¿Qué deseos tienes pendientes? Haz lluvia de ideas, anota todo lo que se te ocurra en un papel, sin cortarte, deja que fluya. Después repasa la lista y selecciona las actividades que más te entusiasmen.
- Mantén una actitud abierta. No te cierres a la improvisación. A veces la vida nos trae regalos de la mano de amigos y conocidos. ¿Qué pasaría si ahora un amigo te propusiera agarrar la mochila y recorrer el país? ¿Te apuntarías? ¡Saca tu espíritu aventurero! ¡Haz nuevas conexiones neuronales y amplía tu mente!
- Viaja. El famoso escritor francés, Emile Zola, escribió que: “Nada desarrolla tanto la inteligencia como viajar». Viajar es siempre recomendable, estudia tu presupuesto y busca lugares que se ajusten a tus intereses o que te llamen la atención.
- Viaja con un propósito. Otra manera de conocer nuevos lugares y hacer amigos con intereses comunes es viajar al extranjero accediendo a programas universitarios que fomentan la movilidad entre instituciones, por ejemplo, como hace iRG en su Campus Internacional. Este tipo de experiencia te abre nuevas oportunidades y puede hacer más atractivo tu currículum. Además, adentrarse a una nueva cultura ampliará tu manera de ver la vida y es una excelente forma de crear recuerdos inolvidables.
- Apúntate a actividades programadas. Si no te gusta o no te va bien viajar, busca eventos y actividades en tu ciudad. Universidades, instituciones e incluso organizaciones benéficas realizan eventos, ofrecen cursos, talleres etc., apúntate y atrévete a tener nuevas experiencias, adquirir otros conocimientos y conocer nuevas personas.
- Haz voluntariado. Ayudar a otros es una experiencia enriquecedora, pero además es una excelente oportunidad para aprender y volver más atractivo tu perfil profesional. Busca proyectos e iniciativas que te apasionen para que puedas dedicarte a ellas, esto te llenará de satisfacción y podrás dejar una huella positiva en el mundo.
- Aprende un nuevo idioma. Hoy en día el mundo es cada vez más globalizado y dominar otro idioma te abrirá muchas puertas laborales y personales, y el verano es la estación ideal para practicar. Una opción es hacer intercambios de idiomas donde tendrás un contacto directo con nuevas culturas y sumarás experiencia vivencial.
- Consolida los proyectos que deseas. Es posible que desde hace años tengas una idea y no hayas podido trabajar en ella por falta de tiempo. En las vacaciones puedes enfocarte en realizar esos proyectos que te hacen ilusión y que tienes aparcados. También es un buen momento para poner al día tu perfil de Linkedin. Aprovecha tu tiempo libre para trabajar en ti, piensa en tus objetivos.
- Fortalece la relación con tus seres queridos. Dedícale tiempo de calidad a tu familia y amigos, compartiendo momentos y experiencias inolvidables.
- Cuida tu salud física y mental. En verano puedes dedicar más tiempo a ponerte en contacto con la naturaleza y hacer actividades saludables al aire libre como el jogging, practicar yoga o relajarte a través de la meditación. También puedes planificar conscientemente tus menús para aprender a seguir una dieta equilibrada que te ayude a preservar la salud.
Las vacaciones de verano son una oportunidad enriquecedora: busca las vivencias o experiencias que se adaptan mejor a ti
Conclusión
El descanso es necesario debido al demandante ritmo de vida que tienen los estudiantes, pero también el verano es el momento ideal para fortalecer y adquirir nuevas experiencias.
Probar y vivir experiencias nuevas no solo es una forma de divertirse, sino que también impacta de forma significativa en nuestro bienestar físico y mental.
Los estímulos positivos tienen una influencia muy beneficiosa para el cerebro, ya que promueven la neurogénesis, estimulan la plasticidad cerebral, liberan dopamina y disminuyen el estrés.
Por todo esto, las vacaciones universitarias tienen un papel muy importante.
El aprendizaje académico no reemplaza al aprendizaje vivencial, ambos son vitales para que los estudiantes universitarios puedan adquirir conocimientos, habilidades y destrezas que les ayudarán a lo largo de la vida. Así que no debemos subestimar la importancia de las vacaciones de verano y aprovechar todo el potencial que nos brindan.
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