En la actualidad se habla más que nunca de emociones y salud mental, y desde el instituto Raimon Gaja celebramos que así sea, que por fin la salud mental esté ganando esa visibilidad que merece un tema tan importante para el bienestar de los seres humanos; pero hoy queremos dar un pasito más allá y recordar la estrecha relación que tiene la salud mental con la salud de nuestro cuerpo. ‘Mens sana in corpore sano’, decían los antiguos griegos, recomendando cuidar tanto la salud del cuerpo como de la mente.
En este artículo, hablaremos de los beneficios físicos y emocionales que nos reporta tener un estilo de vida activo, y veremos las barreras que habitualmente presentan las personas cuando desean pasar del sedentarismo a un estilo de vida más saludable. ¿El objetivo? Que los lectores que se encuentren en la zona de inactividad, se atrevan a empezar a moverse para sentirse mejor y ganar en salud física y emocional.
La realidad en datos
Empecemos con datos objetivos:
- Más del 60% de la población mundial es sedentaria.
- En Europa, un 46,5% de hombres y un 54,8% de mujeres no le dedican ningún día a la actividad física, y un 40,3% de mujeres se declaran sedentarias frente a un 32,3% de hombres (Encuesta Europea de Salud en España 2020).
- La inactividad física es el cuarto factor de riesgo de mortalidad más importante: se le atribuye el 5,5% del total de las defunciones a nivel mundial y es responsable de 32 millones de muertes cada año (Organización Mundial de la Salud).
También contamos con múltiples estudios científicos que certifican que la actividad física influye positivamente en la salud física y mental:
- A nivel físico: Prevención de enfermedades crónicas, obesidad, osteoporosis, cáncer, riesgos cardiovasculares y enfermedades degenerativas (alzhéimer, demencias).
- A nivel mental: Control de ansiedad, prevención de la depresión y disminución del estrés; mejora en las capacidades cognitivas, habilidades sociales, autoconcepto y resiliencia.
Hacer ejercicio de forma regular puede ser incluso más efectivo para mejorar el estado de ánimo que los antidepresivos
¿Cómo empezar a cuidarse?
El profesor Óscar O. Rodríguez, asesor educativo de la Universidad UTEG, en la webinar tituada “Actividad física y el impacto en tus emociones”, que ofreció en el marco de Eventos para la Promoción del Conocimiento del instituto Raimon Gaja, explicaba que muchas personas desean cuidarse, pero se imponen ciertas barreras que les retienen. Rodríguez, que tiene una trayectoria en el medio deportivo de 10 años de experiencia, afirma que lo más importante es mostrar a las personas cómo pueden empezar a cuidarse.
“En mi experiencia veo que muchas personas desean empezar a entrenar y cambiar su estilo de vida, pero temen que otras personas se burlen de ellos”. Este temor al rechazo o a la burla hace que se cohíban, sin embargo, “hay que entender que todas las personas empiezan de cero y no hay nada malo en ser un principiante, la mayoría de estos miedos están solo en nuestra mente”, afirma Rodríguez.
El experto, explica que, contrariamente a lo que piensan algunas personas, el momento del deporte hace que nos centremos en nosotros mismos (“Es un tiempo de liberación”), por lo que temer la mirada ajena no tiene sentido, porque nadie va a estar mirando. “Además, en los gimnasios suele haber entrenadores dispuestos a enseñarnos y hay muchas personas que son amables y pueden aconsejarnos”.
También hay personas que se cohíben de adoptar un estilo de vida activo, porque creen que no tienen las aptitudes físicas para hacerlo al confundir deporte con actividad física.
- Actividad física es cualquier actividad que implique los músculos esqueléticos y que requiere un gasto de energía, como caminar, montar en bicicleta, subir escaleras, etc.
- El ejercicio es una actividad planificada y estructurada con tiempos de descanso y metas, como seguir un plan de entrenamiento en el gimnasio.
- El deporte es una actividad competitiva con metas y reglas (fútbol, baloncesto, etc.)
Como hemos visto, tener un estilo de vida activo no significa necesariamente ir al gimnasio o practicar algún deporte. Una actividad física moderada, como puede ser desplazarse caminando en lugar de en coche, ya tiene beneficios sobre la salud a todos los niveles. Evidentemente, un ejercicio físico regular, por ejemplo, salir a correr 3 veces por semana o acudir varios días al gimnasio o a la piscina, multiplica estos beneficios.
Incluso una actividad física leve tiene efectos positivos sobre la salud física y mental
10 consejos antes de empezar
A continuación, Óscar Rodríguez en su charla para iRG aconseja lo siguiente a las personas que quieren empezar a moverse para sentirse mejor y ganar salud física y emocional.
- Ten un objetivo personal. Reflexiona sobre qué te gustaría conseguir con la actividad. Aunque el objetivo fundamental es ganar salud y equilibrio emocional, baja este deseo a la tierra y conviértelo en algo concreto y tangible. Algunos objetivos pueden ser; “Quiero perder 5 kg”, “Quiero ser capaz de acudir 3 veces por semana al gimnasio sin fallar ni una vez”, etc. Tener un objetivo personal te ayudará a mantenerte enfocado y te permitirá evaluar tus progresos.
- Ten en cuenta tus gustos personales. A la hora de elegir qué actividad física vas a realizar, valora tus gustos y necesidades. Si no te gusta el gimnasio, puedes salir a correr, hacer rutas por el campo con tu mascota, jugar al fútbol o al tenis con tus amigos, etc. Dedica un rato a pensar con qué tipo de actividad te sientes más a gusto y tendrás más probabilidades de no abandonar.
- Busca asesoramiento médico. Si tienes algún problema de salud y quieres hacer ejercicio físico, consulta con un facultativo qué tipo de actividad es más adecuado para ti.
- Busca consejo de entrenadores expertos. En caso de que acudas a un gimnasio, aprovecha el expertise de los entrenadores y pídeles consejo, corrección de posturas, etc.
- No te exijas demasiado. Poco a poco y sin pausa, este podría ser el lema. Sé consciente de que eres principiante (o de que llevas mucho tiempo sin practicar) y que no es posible llevar el mismo ritmo que otra persona que ha invertido muchas horas de su vida a la actividad física.
- Sé regular. Importa más la regularidad que el tipo de ejercicio que hagas y el tiempo que le dediques.
- Sigue un horario. Es importante seguir un horario para evitar abandonos. La falta de tiempo es una de las razones más comunes por las que las personas no entrenan, por lo que es indispensable buscar la manera de organizar nuestro día e integrar la actividad física, aunque solo sea 15 o 30 minutos al día.
- Utiliza ropa adecuada. Estarás más cómodo, ganarás en movilidad y podrás evitar algunas lesiones, por ejemplo, llevando el calzado adecuado.
- ¿Solo o en compañía? Esto solo lo puedes decidir tú, pero ten en cuenta que hacer algún tipo de ejercicio es una excelente oportunidad para socializar y hacer amigos, con lo que ello implica a nivel emocional.
- Cuida tu estilo de vida. Una alimentación equilibrada, evitar el consumo de alcohol y tabaco, una buena higiene del sueño, etc., también ayudarán a que alcances un mayor bienestar.
Beneficios emocionales de mantenerse activo
Centrándonos en el aspecto de las emociones, diversos estudios afirman que ejercitarse regularmente tiene un impacto directo en la salud mental. Según un estudio publicado en la revista estadounidense JAMA Psychiatry, a cargo de Karmel Choi de la Escuela de Salud Pública de Harvard, correr 15 minutos al día o caminar una hora diaria reduce el riesgo de padecer depresión mayor en un 26%.
El ejercicio, la dieta y el estilo de vida ayudan a liberar dopamina, serotonina, endorfinas y oxitocina, sustancias químicas que nos hacen sentir bien y mejoran nuestras emociones. Además de mejorar la condición física, impacta en la autoestima y en el bienestar de las personas.
Conclusión
Activar el cuerpo es un excelente medio de proteger nuestra salud, no solo a nivel físico sino también emocional. Para las personas que vienen de una situación de sedentarismo, cambiar el estilo de vida no es fácil, pero no imposible, y el resultado en términos de bienestar siempre vale la pena, porque hacer ejercicio aumenta el nivel de bienestar y felicidad. ¡Tú también puedes conseguirlo!
Si te interesa ahondar más sobre cómo activar tu estilo de vida para obtener mayor bienestar emocional, te invitamos a disfrutar del webinar de Óscar O. Rodríguez.
Bibliografía
Barbosa Granados, S. y Urrea Cuéllar, Á. (2018). Influencia del deporte y la actividad física en el estado de salud físico y mental: una revisión bibliográfica. Katharsis, (25), 141-160.
Martín García C. y González-Jurado J. (2017). Impacto de la inactividad física en la mortalidad y los costos económicos por defunciones cardiovasculares: evidencia desde Argentina. Revista Panamericana de Salud Pública, 41(e92), 1-8. doi: 10.26633/RPSP.2017.92
Choi, K., Chen, CY., Stein. M., Klimentidis, Y., Wang, MJ., Koenen, K. y Smoller, J. (2019). Assessment of Bidirectional Relationships between Physical Activity and Depression among Adults: A 2-Sample Mendelian Randomization Study. [Evaluación de las relaciones bidireccionales entre la actividad física y la depresión en adultos. Un estudio de aleatorización mendeliana de dos muestras]. JAMA Psychiatry, 76(4): 399-408. doi: 10.1001/jamapsychiatry.2018.4175