Todo lo que necesitas saber para hablar en público con seguridad

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Hablar en público es una habilidad que abre puertas profesionalmente. Dominar esta destreza no solo implica transmitir información de manera clara y efectiva, sino también conectar con la audiencia y dejar una impresión positiva y duradera. Cuando una persona se pone ante una audiencia, ya sea grande o pequeña, debe prepararse adecuadamente. Desde la planificación del discurso hasta el manejo de los nervios, cada paso es crucial para garantizar una presentación exitosa. En este artículo te mostramos cómo hacerlo.

 

Cómo ganar seguridad

Para convertirte en un orador razonablemente seguro de ti mismo, sigue estos tips:

 

1. Acepta tus emociones

Es normal sentir nervios, vergüenza, miedo, etc. ante la perspectiva de tener que hablar en público. Le pasa al 70% de la población. Los nervios en realidad están ayudándote a dar lo mejor de ti mismo, a que no te lo tomes a la ligera y a que te prepares lo mejor posible para la presentación pública. Como advierte el profesor José Carlos Aranda en su libro Cómo hablar en público, el exceso de confianza “es la antesala del fracaso”. 

 


«Una emoción no causa dolor. La resistencia o supresión de una emoción causa dolor»
Frederick Dodson


 

2. Hazte un experto en el tema que elijas

Puede que seas una persona que se diga a sí misma “no valgo para hablar en público”, pero si estudias a fondo el tema y sabes todo lo que hay que saber sobre él, los nervios no podrán contigo. Es como el estudiante que va a un examen habiendo estudiado todo el temario, por mucho que le traicionen los nervios nunca conseguirán hacerle suspender el examen. ¡Qué el conocimiento sea tu fuerza! 

 


«Un experto es un hombre que ha dejado de pensar: sabe»
Frank Lloyd Wright


 

3. Organiza tu discurso o presentación

Ahora que tienes información suficiente sobre la temática que vas a tratar, toca organizarla. Es imposible dar instrucciones precisas al respecto, porque va a depender de si se trata de una presentación formal o informal, cómo sea el público y su nivel intelectual, cuál sea el objetivo final (informar, emocionar, persuadir, etc.) o lo creativo y original que seas, pero lo que está claro es que, como ocurre en las novelas y los cuentos, siempre tiene que haber un inicio o presentación, un nudo o desarrollo y un final o desenlace.

Hacerte las siguientes preguntas puede ayudarte: 

  • ¿Cómo quiero iniciar la presentación? ¿Con un saludo, dando la bienvenida, etc.? 
  • ¿Me presento yo o me van a presentar?
  • Cómo introduzco mi discurso y el propósito del mismo.
  • Cuál es la idea principal alrededor de la cual voy a articular mi discurso. 
  • ¿Qué ideas secundarias quiero destacar para complementar la idea principal? ¿En qué orden?
  • ¿Cuál es la conclusión final? 
  • ¿Implico al público al final de la charla y les hago hacer alguna actividad o ejercicio que les ayude a interiorizar mi discurso?
  • ¿Cómo voy a despedirme? ¿Quiero agradecer su ayuda a alguien en especial?
  • ¿Abro turno de preguntas?

 


Con el orden, la mente se clarifica


 

4. Escribe tu presentación

Poner tus ideas por escrito te ayudará muchísimo a acabar de estructurar tu discurso, y sobre todo a detectar si sobran o faltan datos, detalles, ejemplos, etc. Esto te dará una perspectiva global muy útil.

No dejes nada al azar. ¿Sabías que los buenos abogados escriben y ensayan sus alegatos antes de presentarse en el juicio y que grandes periodistas leen todo lo que dicen? 

 


«Las improvisaciones son mejores cuando se las prepara»
William Shakespeare


 

5. Apóyate en recursos auxiliares

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Las presentaciones con Power Point, Prezi o Canva son soportes visuales excelentes, que tanto te ayudan a ti a guiarte en el discurso y ser menos monótono, como a tus oyentes a retener información. Montes Fernández, en su artículo Normas elementales para hablar bien en público, aconseja:

  • Escribe pocas líneas de texto por transparencia. Recuerda que es un recurso visual.
  • Usa una transparencia por idea.
  • Utiliza letras adecuadas en tamaño para que toda la sala pueda verlas con facilidad.
  • El tiempo de exposición debe permitir que la persona que quiera tomar notas, pueda hacerlo.
  • Puedes incluir textos, diagramas, gráficos, fotografías, dibujos, vídeos, música, etc. Será más dinámico y entretenido.
  • Tiene que haber sincronicidad entre lo que dices y lo que se ve en la pantalla.
  • Puedes usar un puntero láser para llamar la atención sobre partes de la presentación.

 


Antes de empezar tu exposición, asegúrate de que no hay dificultades técnicas, y lleva un plan B por si surge una incidencia


 

6. Practica y busca un compañero que te supervise

Todos los consejos que hemos dado hasta ahora no servirían de nada sin este último paso. 

Con la práctica, te vas familiarizando con las palabras que debes decir y cada vez te saldrán más fluidas y te equivocarás menos. También te ayuda a memorizar, lo que te dará mucha seguridad, porque acabarás sabiendo el discurso o presentación de memoria.

Pero como en las presentaciones o discursos no solo se trata de lo que se dice, sino sobre todo de cómo se dice y, por lo tanto, intervienen factores del lenguaje no verbal, lo ideal sería que te grabes (o te graben) para que puedas observar tu postura corporal, si mueves las manos o las escondes, si miras al frente, si tienes una expresión facial relajada, si tu tono de voz es adecuado, etc., y corregirlo en caso necesario.

Si tienes a alguien en quien confías y que te parece una persona sincera y con buen criterio, puedes pedirle que te ayude y te aconseje. Cuatro ojos ven más que dos, y puede ayudarte mucho a mejorar los detalles. 

 


«La práctica hace al maestro»
Dicho popular


 

Cómo conseguir la atención del público

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Para conectar con tu público y conseguir que te escuchen con atención, sigue estos tips:

  • Usa recursos para despertar a tu audiencia. Si el discurso es muy plano puede acabar siendo soporífero. Para evitarlo, puedes hacer preguntas retóricas, explicar una anécdota, explicar algo personal, introducir algún dato impactante, usar un lenguaje expresivo, el sentido del humor, etc. También puedes andar entre el público, interactuar con él y hacerlo participar, introducir algunos objetos, etc. 
  • No leas, memoriza. Darías sensación de inseguridad en ti mismo, y el público desconfiaría un poco de tu capacidad como orador (“Yo también sé leer”). Además, mientras miras la pantalla o el papel, no podrías mirar al público, y pierdes la oportunidad de reconducir tu discurso en función de la respuesta del público.
  • Empatiza con el público. El lenguaje y la cantidad de información debe estar adaptada al público al que va dirigido. No utilices tecnicismos si tu público no puede entenderlos, ni ofrezcas datos que no sean de utilidad para él. Utiliza ejemplos que se adapten al público local. Por ejemplo, si estás haciendo una charla sobre autoestima en una asociación de mujeres, pon ejemplos de mujeres; si es sobre la educación en Colombia, intenta dar datos estadísticos de este país preferentemente. Otra manera de mostrar empatía es utilizando la primera persona del plural. Hablar de “nosotros” es adecuado en determinados contextos, porque es una manera de crear proximidad con el público.

 


El objetivo principal de cualquier acto de comunicación es conseguir que el oyente entienda el mensaje y que tu intervención le sea de provecho


 

  • Cuida tu aspecto. Aunque no seamos conscientes, nuestro aspecto también comunica. Si tienes que hacer una charla de coaching en una escuela de negocios es adecuado que lleves traje chaqueta, pero si la charla es sobre mindfulnnes en un centro de retiro, una ropa vaporosa de colores claros sería más adecuada.  Por otra parte, cuidar la apariencia es buen aliado para darnos seguridad.
  • Cuida el lenguaje no verbal. Nuestro cuerpo habla más que nuestras palabras. Esconder las manos detrás, moverlas demasiado y sin coherencia con el discurso, darle la espalda al público, mantener un rostro inexpresivo, etc. transmitirán un mensaje de inseguridad que alejará emocionalmente al público. 
  • Cuida la voz. Al igual que el cuerpo, la voz dice mucho de nuestro estado anímico y nos ayuda a mantener anclada la atención del público. Hay que cuidar la dicción, jugar con diferentes tonos y ritmos para no resultar monótonos, no hablar demasiado rápido y poner emoción a la voz. 
  • Ama lo que haces. Cuando le hablas al público, no solo estás transmitiendo un conocimiento o unas ideas, también estás comunicando quién eres tú como persona o como profesional. En este sentido, si amas el tema que estás presentando, transmitirás esa pasión a tu audiencia, y no solo te prestarán más atención, sino que te respetarán más por tu coherencia.

 


«La única forma de hacer un gran trabajo es amar lo que haces»
Steve Jobs


 

Cómo superar el miedo escénico 

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Mónica Pérez de las Heras, directora de la Escuela Europea de Oratoria (EEO) recomienda:

  • Aceptar las críticas: continuamente las personas somos sujeto del juicio de otros, ya sea paseando por las calles, en una conferencia o en las redes sociales. 

 


«Hay que asumir que alguien estará opinando sobre nosotros en cualquier situación y que no pasa nada por ello»


 

  • Reírse de uno mismo: si el ponente tuvo algún despiste, debe ser capaz de tomar esto con humor. Para fortalecer este aspecto, recomienda subir videos en redes sociales: “porque se está expuesto a otras opiniones y se podrá cultivar una piel de rinoceronte lo suficientemente dura para que resbalen los comentarios negativos”. 
  • Practicar para superar los miedos:  Escucharnos y vernos una y otra vez es la única manera de acostumbrarnos a nosotros mismos y avanzar. 

 


«Es importante grabarse, escucharse, ser constante y persistente»


 

Conclusión

Con el entrenamiento adecuado, cualquiera puede dar una charla, exponer un tema o hacer un discurso. Sólo hay que recordar mantener una actitud positiva, conocer bien el tema, conectar con la audiencia y disfrutar del momento. Hablar en público es una habilidad que se puede desarrollar con práctica y dedicación.

 

Bibliografía

Aranda J., (2015). Cómo hablar en Público. Editorial Berenice. 144 págs. https://books.google.es/books?

Fernández J., (2022). Seis consejos para perder el miedo a hablar en público. El País. https://elpais.com/economia/estar-donde-estes/

Montes Fernández, F.J. Normas elementales para hablar bien en público. En: Anuario Jurídico y Económico Escurialense, LI (2018) 451-480 / ISSN: 1133-3677. Disponible en: file:///C:/Users/mjluw/Downloads/Dialnet-NormasElementalesParaHablarBienEnPublico-6332795%20(1).pdf

Yagosesky R., (2001). El poder de la oratoria. Júpiter Ediciones. 249 páginas.  https://n9.cl/dadt6

 

Recursos adicionales

Toscano V., (2016). 7 Ejercicios para para mejorar tu voz al hablar en público. Vídeo de Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=4lQoCP_wN6k

Siedlecki V., (2022). Aprendamos Juntos 2030 BBVA Vídeo de Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=WQIeiRjkYb8

 

Revisado y aprobado por Raimon Gaja, psicólogo clínico, fundador y director de iRG.
Escrito por Josemar A. Noguera

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