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La educación es un derecho humano fundamental, consagrado en el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Sin embargo, de acuerdo a estimaciones de la Unesco, a nivel mundial, un adolescente, un niño y un joven de cada cinco se encuentra completamente marginado del sistema educativo. De ahí la importancia de la inclusión escolar, como estrategia efectiva para erradicar las desigualdades. Alcanzar un mayor desarrollo fundamentado en el respeto, la comprensión y la apreciación de las diferencias es posible.
¿Qué es la inclusión escolar?
El término inclusión escolar comenzó a generalizarse en los años 90 y sustituyó al vocablo ‘integración’, hasta ese momento dominante en Educación.
Da respuesta a las necesidades de todas las alumnas y alumnos:
En lugar de que los estudiantes se adapten al sistema,
el sistema se adapta al alumnado.
La Unesco define la inclusión escolar como “un proceso que implica la transformación de los sistemas educativos y de otras instituciones de aprendizaje, con el fin de responder a la diversidad de los educandos”.
Principios fundamentales inclusión escolar
- el respeto a los derechos humanos y la dignidad de todas las personas,
- la equidad y la justicia social,
- la no discriminación y la aceptación de las diferencias, y
- la participación y el sentido de pertenencia de todos los miembros de la comunidad educativa.
El propósito de la educación inclusiva
- Minimizar las barreras: físicas, humanas e institucionales.
- Garantizar el acceso a una educación de calidad. Que todos los estudiantes, sin importar sus habilidades, necesidades, características o discapacidades, tengan acceso a la educación y se sientan valorados en su entorno educativo.
La diversidad como fortaleza
La heterogeneidad es un pilar central del aula inclusiva. No se trata de disminuir las diferencias y hacer en las aulas grupos lo más homogéneos posibles, sino de enseñar a estudiantes con capacidades, motivaciones, intereses y ritmos de aprendizaje distintos. La diversidad no es un obstáculo, por el contrario, constituye una fortaleza dentro de la clase.
En las aulas inclusivas cada estudiante tiene su propio proceso de aprendizaje y adquiere los conocimientos a su ritmo. El profesorado utiliza estrategias pedagógicas como la enseñanza multisensorial o la instrucción diferenciada, que le permite tener en cuenta los talentos, habilidades e intereses de cada estudiante.
¿Por qué la inclusión es una estrategia educativa eficaz?
1. Mejores resultados académicos
La inclusión brinda una formación adaptada a los intereses, capacidades y ritmo de aprendizaje de cada estudiante, lo que mejora el rendimiento escolar y la motivación de los alumnos.
2.Aprendizaje en valores
Desde la infancia, la educación inclusiva intenta producir vínculos y empatía entre alumnos que tienen distintas necesidades y vienen de diversos contextos culturales y sociales. Aprender valores como el respeto, la solidaridad, la empatía y la convivencia, beneficia la formación de adultos respetuosos, en una sociedad más tolerante y sin discriminación.
3. Fortalecimiento de la autoestima
La inclusión brinda un espacio de aprendizaje estimulante, agradable y seguro para cada estudiante, que, además, valora sus habilidades, potencialidades y aportes. Cada alumno puede interactuar en su entorno educativo y participar activamente, desempeñando un rol digno en el grupo, fortaleciendo su autopercepción y autoestima.
4. Las diferencias como elemento enriquecedor
Es habitual que cualquier diferencia entre las personas: físicas, sociales, étnicas, entre otras; se traduzca en división y/o discriminación.
La inclusión escolar transforma este enfoque, asignando un significativo valor a las diferencias, porque son ellas las que hacen a cada persona única e irrepetible. Este aspecto ayuda a fomentar la cooperación, pues el reconocimiento y aceptación del proceso de aprendizaje y las potencialidades de cada individuo hace que el trabajo en equipo sea una prioridad.
5. Prevención del bullying
La educación inclusiva fomenta una interacción temprana con personas de identidades y contextos distintos. Esto promueve una cultura de reconocimiento y aceptación de la diversidad, además de estimular el diálogo y la participación entre el alumnado y prevenir el acoso escolar.
6.Capacidad para socializar
Desde temprana edad, la metodología inclusiva facilita el contacto con todo tipo de individuos, fomentando el intercambio de conocimientos, opiniones y experiencias, así como la empatía y escucha activa. El estudiante adquiere las habilidades comunicativas necesarias para construir su propia red social.
7. Construcción de una sociedad más equitativa
La inclusión escolar propicia la aceptación de las diferencias. Los estudiantes se sienten entre iguales y aprenden a respetar su propia individualidad y la de otros, lo que potencia los hábitos de convivencia. Esto prepara a los niños para vivir en una sociedad inclusiva, con adultos críticos, responsables y comprometidos con la justicia social, para los que la diferencia no es un problema.
En conclusión, la inclusión es una estrategia educativa efectiva que busca responder a la diversidad de los estudiantes y garantizar una formación de calidad para todos los individuos. Además, es un compromiso clave para la construcción de una sociedad más justa, equitativa e inclusiva para todos y todas. Para ello, requiere el compromiso y la colaboración de todos los actores involucrados: docentes, familias, autoridades, organizaciones y comunidad.
Bibliografía:
Unesco, (2023). Qué debe saber acerca de la inclusión en la educación.
Martín González, D.M.; González Medina, M.; Navarro Pérez, Y. y Lantigua Estupiñán, L. (2017). Teorías que promueven la inclusión educativa. Atenas, volúmen (4), núm. 40, pp. 90-104.
