Esperanza Galán (a la dcha. en la foto) es logopeda y pedagoga, con experiencia en atención temprana y trastornos del lenguaje. Con una amplia trayectoria clínica y docente, ha formado a generaciones de profesionales desde su rol como profesora en diversos másteres y posgrados de logopedia. En esta edición del Campus Internacional de iRG, participa como docente en el Diplomado en Abordaje Práctico de Patologías del Lenguaje y del Habla, impartiendo en equipo junto a la también pedagoga-logopeda, Julia Pérez López (a la izda. en la foto). Su enfoque cercano, práctico y actualizado convierte cada sesión en una oportunidad para conectar la teoría con los desafíos reales del ejercicio profesional.
1. ¿Por qué dar clases en equipo?
Hacemos módulos por separado y módulos juntas, dependiendo de los objetivos del módulo. Julia y yo, ante todo nos definimos como un equipo tremendamente creativo, que, aunque somos muy diferentes, encajamos superbién. Julia tiene un perfil más visual, más clínico, da ejemplos más detallados que permiten afianzar conceptos, tiene gran dominio de la tecnología, es resolutiva aportando esquemas, vídeos…, que ayudan al aprendizaje y la práctica. Yo, en cambio, tengo un perfil más auditivo, con un enfoque más pragmático y soy muy ágil procesando, lo que me permite dar ejemplos que resuelvan dudas con rapidez. La verdad es que trabajo muy a gusto con Julia.
2. ¿Qué ventajas tiene trabajar juntas?
Te diría que tiene ventajas sobre todo para el alumnado; por un lado, ofrecemos perspectivas complementarias, cada una aporta desde su especialidad, lo que hace enriquecer las clases y muestra cómo la teoría y la práctica van de la mano. Por otro lado, ofrecemos un modelado de colaboración profesional: pueden vernos coordinando horarios, planificando juntas, resolviendo imprevistos, entonces los alumnos también aprenden cómo trabajar en equipo con otros profesionales, algo que como logopedas van a necesitar.
Dar clases juntas multiplica la riqueza de contenidos, combinando estilos didácticos, perspectivas diferentes e intentando hacer las clases agradables, didácticas y distendidas, pero sobre todo disfrutando mucho de ellas
3. Desde tu experiencia clínica y docente, ¿qué áreas de conocimiento o enfoques consideras que este diplomado fortalece especialmente en los logopedas que ya ejercen?
Muchos logopedas dominan técnicas y protocolos, pero, a veces, lo que pasa es que carecen de un sólido sustento científico que explique por qué funcionan. Creo que lo que hay que hacer es darles un sustento más de evidencia científica, les decimos que esto funciona, porque la evidencia científica lo dice y porque la evidencia práctica así lo comprueba en el día a día. Si no saben por qué se hace lo que se les enseña ni lo que buscan en internet, al final el qué, el para qué y el porqué pueden estar más o menos claros, pero no bien delimitados.
4. Los participantes llegan desde distintos países y contextos profesionales; en tu opinión, ¿cómo enriquece esta diversidad el análisis de casos dentro del aula?
La diversidad de procedencias enriquece un montón el análisis de casos, ya que se aportan diferentes perspectivas educativas: la ratio alumno/profesor, las horas de apoyo al alumnado, los recursos disponibles, las metodologías de intervención… Esto permite que todos aprendamos juntos. De este modo, desaparece un poco el rol tradicional de profesor/alumno, ya que todos estamos en un mismo grupo.
Al compartir diferentes enfoques o soluciones frente a retos comunes, se potencia y estimula la creatividad
Y en aquellos casos en los que el material no está al alcance del logopeda, se ve claramente que existen otros caminos para llegar al mismo objetivo. Eso es enriquecedor para todos, tanto para alumnos como para docentes.
5. Insistes en conectar teoría y práctica desde el primer día. ¿Qué estrategias pedagógicas empleas para que el alumnado practique de forma activa?
¡Qué mejor manera que experimentar! No hay mejor aprendizaje que aquel que te hace ponerte en los zapatos de la persona a la que vas a intervenir. Si realmente logras que vivan la experiencia y, aunque sea por un instante, sientan y experimenten lo que estos chicos y chicas enfrentan ante un trastorno, sea cual sea, entonces perciben un beneficio futuro, actúan, y eso acaba repercutiendo en el paciente y en la consulta a largo plazo.
No hay mejor aprendizaje que aquel que te hace ponerte en los zapatos de la persona a la que vas a intervenir
6. Dentro de las asignaturas impartidas, ¿cuál consideras clave para afrontar las patologías más prevalentes en la consulta diaria y por qué?
Todas son importantes, pero, sin desmerecer a ninguna, considero fundamental la asignatura que nos impone el desarrollo normativo de lo que es el lenguaje, ya que ofrece los hitos evolutivos y los parámetros de referencia que son necesarios para identificar a tiempo cualquier retraso en la adquisición del lenguaje en los niños. Esto nos va a permitir intervenir de manera precoz y mejorar el pronóstico dentro de las patologías más frecuentes.
Los alumnos siempre te piden esa receta mágica, existen pautas…, pero, en lo que es el mundo de la patología del lenguaje y del habla, es importante saber cuál es el desarrollo normotípico del lenguaje.
7. Muchos asistentes ya tienen experiencia clínica. ¿Cuál es el valor añadido más significativo que aporta el diplomado a los profesionales con trayectoria consolidada?
Te diría que salir de su zona de confort al nutrirse de otras disciplinas. La práctica, de la mano de diversos profesionales, es un ingrediente mágico que siempre enriquece el trabajo de cualquier profesional.
8. La intervención en Trastorno del Espectro Autista y en Trastorno del Desarrollo del Lenguaje evoluciona constantemente. ¿Qué novedades metodológicas destacas y cómo las integras en tus clases?
La mejor manera es estar actualizados con las últimas investigaciones y novedades metodológicas, tanto en TEA como en TDL, comentando herramientas (digitales o no) y protocolos basados siempre en la evidencia. Al mismo tiempo, es importante destacar que, en la práctica clínica, cada sesión debe centrarse en objetivos concretos asociados a los síntomas de cada niño. De esta manera, garantizamos una intervención que sea individual y eficaz.
No hemos de olvidar el síntoma por el síntoma: eso es lo que realmente marca que estás haciendo una intervención personalizada y efectiva
9. ¿Qué tipo de herramientas o conocimientos se llevan los alumnos al terminar el Diplomado de iRG que no se encuentran fácilmente en otros programas similares?
Partiendo de que los alumnos llegan de distintos países y contextos profesionales, creo que podríamos resumirlo en: intercambio y riqueza al compartir y comparar diferentes formas de ver y abordar lo que es la valoración y el tratamiento de las patologías del lenguaje y el habla.
10. Si pudieras dejar un único mensaje a los estudiantes al finalizar el diplomado, ¿cuál sería y por qué crees que es esencial para su práctica profesional futura?
Es difícil, pero si tuviera que decir algún mensaje, les diría que nuestro trabajo no es solo enseñar palabras, sino que es ayudar a encontrarlas, construirlas y darles sentido. Yo creo que esto resume muy bien la esencia de nuestra labor.