Ana y Carlos llevaban 10 años casados. Tenían una vida de pareja tranquila, pero con el tiempo su amor se fue apagando. Ana se sentía sola. Conoció a David en el trabajo, quien la escuchaba y la entendía de una manera que Carlos ya no hacía. Poco a poco, la amistad con su colega se convirtió en algo más. Cuando Carlos se enteró de la infidelidad, se sintió muy herido y su relación quedó devastada. La confianza que había construido con Ana se había roto en mil pedazos.
El caso de Ana y Carlos es más común de lo que cabría esperar: el 31% de los españoles declara haber sido infiel en alguna ocasión.
Sin embargo, una infidelidad puede dejar cicatrices emocionales profundas en ambas partes de la relación y tardar mucho tiempo en sanar. En este sentido, como veremos en este artículo, el terapeuta cumple un papel valioso en la reconstrucción de la confianza en la pareja.
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Inicio de la infidelidad
La infidelidad es un fenómeno complejo que puede comenzar por muchas razones y circunstancias. Así lo expresó la psicóloga, sexóloga clínica y terapeuta de parejas, Núria Jorba en un extraordinario webinar titulado “Hablemos de infidelidad: desafíos en terapia de pareja ”, que ofreció a la comunidad iRG. La experta agregó que la “traición” suele ser el resultado de problemas más profundos, como la falta de comunicación, la rutina o la insatisfacción personal, y que puede iniciarse de la siguiente manera:
- Cuando una tercera persona se convierte en objeto de deseo sexual o amoroso.
- Cuando se produce una ruptura de los pactos explícitos o implícitos de una pareja.
- Cuando existe engaño u ocultamiento (por ejemplo, mantener conversaciones con una expareja en secreto).
En cuanto a diferencias por géneros, aunque socialmente existe el estereotipo de que la infidelidad es exclusiva de los hombres, los datos revelan que las mujeres también engañan. La sexóloga expuso que un 31% de las personas (sin distinción de género) han sido infieles.
Factores como la insatisfacción en la relación, los problemas personales, la falta de detalles o la búsqueda de nuevas experiencias juegan un papel importante para llegar al engaño
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¿Cómo surge la infidelidad hoy en día?
«Las infidelidades están a la orden del día», afirma Jorba. El aumento de las infidelidades está estrechamente ligado al crecimiento de las nuevas tecnologías. La facilidad de acceso a internet convierte los dispositivos móviles en el aliado perfecto para quienes buscan una aventura extraconyugal. Sin embargo, la misma tecnología que facilita la infidelidad también puede ayudar a desenmascararla.
Las redes sociales y las aplicaciones de citas se han convertido en un arma de doble filo en las relaciones
Desconfianza, celos y otros problemas pueden ser producto de estas tecnologías e incluso llevar a rupturas.
El terapeuta como mediador de la pareja
El terapeuta en casos de infidelidad actúa como un mediador neutral que facilita la comunicación honesta y abierta entre los implicados. Entre sus funciones está:
- Ayuda a ambas partes a comprender y manejar sus emociones.
- Repara la confianza perdida.
- Promueve la transparencia, la honestidad y la apertura en la relación para prevenir futuras infidelidades.
- Media en la comunicación: Facilita el diálogo, permitiendo que ambos se expresen y escuchen sin interrupciones.
- Identifica problemas subyacentes, para descubrir y trabajar en lo que pudo haber causado la infidelidad.
- Apoya en la toma de decisiones: Orienta a la pareja para que de manera saludable y consciente evalúe si seguirán juntos o se separarán.
Tras una infidelidad, acudir a terapia de parejas es muy beneficioso. Aunque la reconciliación no será posible en todos los casos, siempre servirá para comprender por qué ocurrió y para sanar heridas
¿Cómo actúa un terapeuta en casos de infidelidad?
El terapeuta de parejas aborda el tema de la infidelidad con empatía y flexibilidad, y evita etiquetas como el de “víctima” para que los pacientes puedan explorar sus emociones sin sentirse juzgados y así trabajar de manera más efectiva en la resolución del conflicto.
Cuando trata un caso de crisis de pareja por infidelidad, el terapeuta tiene en cuenta los siguientes aspectos:
Los pacientes
Por una parte, hay un receptor que, en el contexto de una infidelidad, es la persona que ha sido engañada por su pareja. Emociones como frustración, decepción, inseguridad y ansiedad, suelen estar muy presentes y suele prevalecer un sentimiento de ruptura muy fuerte.
Por otra parte, hay un actor, que es la persona que ha cometido la acción de ser infiel dentro de una relación de compromiso. La culpa o remordimiento son comunes, pero también pueden experimentar un amplio abanico de emociones como dolor por el daño causado, ansiedad y miedo a perder a la pareja.
En ambos casos, es importante reconocer que las emociones son complejas y que pueden variar en cada individuo.
Evaluación
En esta parte, el terapeuta recopila información sobre la historia de la pareja, la comunicación, los aspectos afectivos y las expectativas de ambos miembros respecto al tratamiento y al futuro de su relación.
- De la pareja: Explora a fondo aspectos como los vínculos afectivos (incluyendo hijos), la vida sexual, las rutinas diarias, las obligaciones personales y profesionales, así como los patrones de comunicación de la pareja. Esta evaluación integral le permite identificar las causas subyacentes a la infidelidad y diseñar un plan terapéutico personalizado.
- De cada miembro de la díada: Explora los aspectos individuales de cada miembro de la pareja, como su estado emocional, autoestima, sentido de identidad y necesidades personales. Al mismo tiempo, analiza cómo influyen estas dimensiones individuales en la dinámica de la pareja. Este enfoque le permite identificar las áreas de crecimiento, tanto individuales como de pareja.
- Sobre la infidelidad: Quizás la parte más desafiante para el terapeuta es explorar los detalles de la infidelidad. Para que ambos miembros de la pareja se sientan lo suficientemente seguros para hablarle con sinceridad sobre la duración del engaño, el grado de mentira involucrado, cómo se descubrió la infidelidad y otros aspectos relevantes, ha tenido que construir un vínculo terapéutico sólido con sus pacientes.
La evaluación terapéutica implica explorar el impacto emocional, la dinámica de la pareja y las causas subyacentes para orientar la intervención adecuada
Tratamiento terapéutico
Según Jorba, el proceso terapéutico se desarrolla a través de cuatro fases continuas que se entrelazan a lo largo del tratamiento.
- Montaña rusa: Es común que las parejas enfrenten altibajos emocionales, similares a los experimentados en una montaña rusa. Pueden pasar de la confusión y el dolor a la esperanza y la conexión. Se trata de un proceso difícil y no lineal que requiere tiempo y trabajo terapéutico para superar los desafíos presentes.
- Moratoria: Es un período de reflexión y entendimiento, donde la pareja se toma un tiempo para procesar lo ocurrido y explorar el significado y las implicaciones de la infidelidad. A pesar de ello, pueden surgir situaciones de conflicto, falta de autoestima y de motivación.
- Aceptación y posible construcción: En ella, la pareja debe tomar una decisión crucial: seguir adelante o separarse. Si optan por continuar, es necesario aceptar la infidelidad y trabajar en la reconstrucción de la confianza. Se busca recuperar la intimidad y establecer una comunicación abierta para evitar futuras crisis.
- Posibles recaídas o malestar futuro: En ella se prepara a la pareja para manejar posibles situaciones que puedan recordar o desencadenar el dolor. Ambos deben evitar que se genere de nuevo la inseguridad.
La terapia brinda herramientas y estrategias con el objetivo de ayudar a las personas a superar sus problemas y reconstruir su vida
Mejora terapéutica
La mejora terapéutica implica un proceso donde ambas partes trabajan para entender las causas subyacentes de la infidelidad y desarrollar nuevas formas de comunicación y compromiso. Las estrategias incluyen establecer límites claros, fomentar la honestidad, la transparencia, fortalecer el vínculo emocional entre la pareja, entre otros.
El objetivo es alcanzar una comprensión mutua y acordar pasos concretos hacia la reconciliación y el fortalecimiento de la relación.
No todas las parejas se reconcilian. Sin embargo, la meta es llegar a buenos términos para lograr una relación sana consigo mismos y con los demás
Conclusión
Cada infidelidad es distinta, pero en la mayoría de los casos es muy dolorosa. Por eso, el acompañamiento de un profesional de la psicología resulta de gran valor. La terapia ofrece un espacio seguro para procesar el dolor, la ira y la confusión que surgen tras este episodio en la pareja. Al trabajar juntos, tanto de manera individual como en pareja, es posible superar esta crisis y construir un futuro más sano y feliz.
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Bibliografía recomendada
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