En la era digital, donde el uso de dispositivos móviles, redes sociales y aplicaciones se ha convertido en una constante en la vida cotidiana, las adicciones comportamentales se presentan como un desafío cada vez más evidente, especialmente entre los adolescentes.
La creciente dependencia tecnológica en los jóvenes no solo afecta a nivel individual, sino que también ha permeado en la dinámica familiar, siendo el origen de aproximadamente 1 de cada 4 discusiones en los hogares.
La adolescencia en la era digital
De acuerdo con estudios recientes, el 94,8 % de los adolescentes en España tiene acceso a un teléfono móvil con conexión a internet, y la edad promedio para obtener el primer dispositivo oscila entre los 10 y 11 años.
La temprana exposición a la tecnología plantea un riesgo significativo, especialmente en un periodo como la adolescencia, caracterizado por una búsqueda constante de identidad y validación social.
Te puede interesar nuestro Máster Universitario Oficial en Psicología Clínica InfantoJuvenil
Estudios iniciales
Aunque el uso de dispositivos móviles parece una tendencia reciente, el estudio de las adicciones comportamentales tiene sus raíces a finales de los años 90, cuando investigadores como Echeburúa (1998) y Griffiths (1999) identificaron conductas adictivas no relacionadas con el consumo de sustancias.
Las adicciones no químicas, como el juego, el sexo, el trabajo y las compras sentaron las bases para entender fenómenos actuales como la adicción a Internet, los videojuegos o las redes sociales
¿Qué son las adicciones comportamentales?
Las adicciones comportamentales hacen referencia a una conducta o actividad placentera que puede ser susceptible de convertirse en un comportamiento adictivo, al pasar a ser el centro de la vida de una persona, desplazando a otras actividades placenteras e interfiriendo en la vida cotidiana.
El uso excesivo de redes sociales, videojuegos o aplicaciones móviles, generan una dependencia psicológica que interfiere gravemente en la vida cotidiana.
El proceso hacia una adicción comportamental comienza con el uso ocasional de una actividad. Del uso se pasa al abuso, y del abuso a la adicción
Sin embargo, cuando la necesidad de llevarla a cabo se convierte en un hábito incontrolable, el uso pasa al abuso, y finalmente a la adicción. Este patrón es particularmente peligroso en los adolescentes, quienes, debido a su etapa de desarrollo, son más vulnerables a estos comportamientos.
Características y diagnóstico
Las adicciones comportamentales se caracterizan por:
- No estar relacionadas con la ingesta de sustancia.
- Pérdida de control sobre la conducta o actividad que se lleva a cabo, ya sea el uso de una determinada red social, una aplicación o un videojuego.
- Dependencia psicológica de ella.
- Pérdida de interés por otras actividades placenteras.
- Interferencia grave en la vida cotidiana.
Para identificar este tipo de adicciones, los psicólogos clínicos debemos evaluar varios indicadores clave:
- Tolerancia: Aumento progresivo del tiempo dedicado a la actividad para obtener el mismo nivel de satisfacción.
- Síndrome de abstinencia: Reacciones psicológicas negativas tras el cese abrupto de la actividad: inquietud, descenso en estado de ánimo, malestar, entre otros.
- Pérdida de control: Dificultad para limitar el tiempo destinado a la conducta.
- Interferencia en la vida cotidiana: Impacto significativo en las relaciones, el rendimiento académico y otras áreas importantes de la vida.
Factores de riesgo
La necesidad de experimentar y los problemas de identidad (baja autoestima, impulsividad emocional, cambios de humor, etc.), propios del desarrollo de la personalidad en la adolescencia, son considerados factores de riesgo en las adicciones comportamentales de esta edad.
Además, en la adolescencia existen ciertos aspectos que pueden incrementar la posibilidad de caer en este tipo de adicciones, como la dificultad en el control de impulsos, vulnerabilidad ante la publicidad, baja tolerancia a la frustración, poco pensamiento crítico hacia el consumo y la presión grupal.
En la adolescencia, la búsqueda de identidad y la impulsividad pueden ser un terreno fértil para las adicciones comportamentales
Consecuencias
Entre los efectos que produce la adicción a internet está la privación del sueño, disminución de las habilidades sociales, lo que, a su vez, genera sobre todo en los más pequeños (10-11 años) sensación de soledad y depresión, creación de dos identidades (virtual y real) y menor actividad física.
En materia de salud mental, las aplicaciones y redes también pueden generar en los adolescentes:
- trastorno de estado de ánimo,
- trastorno de ansiedad,
- trastornos de personalidad,
- TOC,
- trastornos relacionados con sustancias, entre otros.
¿Por qué ‘enganchan’ las redes sociales?
La influencer Lolalolita.
Las redes sociales combinan muchos factores biológicos, personales y psicológicos y están diseñadas por algoritmos y personas que piensan cómo hacer a los usuarios más adictos o asiduos a su contenido o compradores adictos.
Utilizan una serie de mecanismos psicológicos, como el refuerzo intermitente variable, la liberación de dopamina, el «miedo a perderse algo», la necesidad de validación externa, entre otros, para fomentar la adicción y mantener a los usuarios conectados de manera constante.
Otra estrategia para enganchar es utilizar a influencers como productos de marca que exageran sus emociones y siempre tienen historias divertidas para contar o seleccionar a deportistas, artistas y futbolistas para anunciar un producto, ofrecer bonos de bienvenida y apuestas deportivas que pueden conducir a algunos adolescentes a la ludopatía.
Un enfoque sistémico para el tratamiento
El tratamiento de las adicciones comportamentales en adolescentes requiere un enfoque integral y sistémico, que involucre no solo al adolescente, sino también a sus padres, familiares y profesionales de la salud mental, entendiendo que es un problema de todos y para todos.
En este sentido, es fundamental respetar los tiempos y las particularidades de cada adolescente, promoviendo un entorno seguro donde puedan expresar sus emociones y preocupaciones.
Además, los psicólogos debemos trabajar en la construcción de habilidades de autorregulación, comunicación y resolución de problemas, esenciales para superar la adicción
La prevención: tarea de todos
Imagen de la campaña “Más que un móvil”.
Prevenir las adicciones comportamentales en adolescentes es una tarea que requiere la colaboración de toda la sociedad.
Entre las estrategias más efectivas se encuentra el desarrollo de competencias de autoprotección, como la empatía, la asertividad y el pensamiento crítico y emocional.
El pensamiento crítico es necesario para que los jóvenes puedan analizar y filtrar el contenido al que están expuestos, evitando caer en el abuso de redes sociales y videojuegos
De la misma forma, es esencial:
- Prohibir y limitar el uso de internet sobre todo en los más pequeños.
- Fomentar buenos hábitos de descanso y conexión dentro de las tecnologías que usamos en nuestro día a día.
- Crear figuras como “el Defensor en la red”.
- Legislar conductas inapropiadas en la red.
- Crear campañas de concienciación/educación.
Un ejemplo de esto último es la interesante campaña de Unicef y la Agencia Española de Protección de Datos “Más que un móvil”, que busca no solo cambiar el comportamiento de los adolescentes, sino también trabajar en su percepción y comprensión de la tecnología.
Conclusión
Las adicciones comportamentales son un desafío creciente en la sociedad actual, especialmente entre los adolescentes.
En un mundo cada vez más digitalizado, resulta crucial brindar a los jóvenes las herramientas necesarias para navegar el mundo virtual sin perder el control sobre su bienestar emocional y social
Es fundamental adoptar enfoques preventivos y terapéuticos multidimensionales para abordar esta problemática emergente y promover un uso saludable y equilibrado de la tecnología en esta etapa crucial del desarrollo humano.
Si deseas profundizar más en este tema, quizás te interese nuestro Máster en Intervención en Adicciones y Comportamiento Adictivo.
No te pierdas
Este artículo es un resumen de la International Masterclass “Adolescencia y adicciones comportamentales” impartida por el psicólogo clínico Javier Feliz, dentro del Programa de Actividades del instituto Raimon Gaja (iRG). Accede al contenido completo aquí:
j
g
Conoce a Javier Feliz, docente de iRG
Psicólogo con una especialización en Adicciones Comportamentales y Manipulación Psicológica. Licenciado en Criminología con formación continua, desde másters y especializaciones. Dirige el Centro Desconect@ que desde hace más de 15 años ayuda a chicos, chicas y familias con adicciones comportamentales. Ha dirigido la Unidad de Neurodesarrollo de Ita y ha colaborado con la Universidad de Barcelona, impartiendo clases en másters.
Javier Feliz forma parte del cuerpo docente del Máster Universitario Oficial de Psicología Clínica Infantojuvenil de iRG en asignaturas relacionadas con su especialidad.
Bibliografía
American Psychiatric Association. (1994). DSM-IV: manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Masson. https://www.terapia-cognitiva.mx/pdf_files/RECURSOS/psicopatologia-psicodiagnostico/dsm_iv.pdf
Echeburúa, E. y Corral, P. (1994). Adicciones psicológicas: Más allá de la metáfora. Clínica y Salud, 5(3), 251-258. https://www.researchgate.net/publication/313563978_Adicciones_psicologicas_Mas_alla_de_la_metafora
Echeburúa, E. (1999). ¿Adicciones sin drogas? Las nuevas adicciones: juego, sexo, comida, compras, trabajo, internet. Editorial Desclée de Brouwer. https://www.edesclee.com/img/cms/pdfs/9788433013781.pdf
Greenfield, D. N. (1999b). The nature of internet addiction; Psychological factors in compulsive Internet use. Presentado en los encuentros de la APA de Boston, Massachusetts, 20 de agosto de 1999. virtual-addiction.com/internetaddiction.htm
Griffiths, M.D. (1998). Internet addiction: Does it really exist? In J. Gackenbach (Ed.), Psychology and the Internet: Intrapersonal, Interpersonal and Transpersonal Applications. pp. 61-75. New York: Academic Press
